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viernes 04 de julio de 2025 - Edición Nº2318
Vet Market » Profesión » 1 jul 2025

Profesión Veterinaria

Ecosistema veterinario: impacto en la salud mental de los profesionales

Más allá de la nobleza de su propósito, la medicina veterinaria se desarrolla en un entramado complejo en el que interactúan pacientes, tutores y profesionales. Ese ecosistema, cargado de características y factores particulares, coloca a los veterinarios entre los profesionales con mayor riesgo de agotamiento y problemas de salud mental.


Por:
Gustavo Iglesias, director de Vet Market

A diferencia de la medicina humana, donde el vínculo es directo con el paciente, en veterinaria hay una triada clave: el animal, los tutores y el profesional. El paciente no puede hablar, y eso convierte al tutor en intérprete, tomador de decisiones y fuente de presión emocional.

La variedad de especies atendidas -desde gatos y perros hasta aves, reptiles, caballos o ganado- exige un conocimiento vasto y en constante actualización. Además, también actúa en áreas como salud pública, control de zoonosis, seguridad alimentaria y conservación ambiental, bajo el concepto de Una Salud.

La entrega que exige esta profesión muchas veces se da en condiciones adversas. Jornadas largas, urgencias inesperadas, presión para resolver rápido y con recursos limitados, decisiones difíciles, contacto frecuente con el sufrimiento animal y humano... Todo eso tiene un impacto.

Uno de los temas más difíciles es la eutanasia. Aunque forma parte del trabajo y, en muchos casos, se hace para evitar el dolor del animal, la carga emocional que deja es profunda. Lo mismo ocurre con los casos de maltrato o negligencia, o con los dilemas que surgen cuando un tutor no puede costear un tratamiento.

A esto se suma una percepción social que muchas veces no valora el esfuerzo y la preparación que demanda la carrera veterinaria.

En ese ecosistema de alta demanda, la profesión veterinaria se caracteriza por los altos índices de agotamiento, ansiedad, depresión e incluso suicidio. Comprender sus características y, especialmente los factores estresantes, es crucial para abordar los desafíos que enfrenta esta exigente profesión.

 

Factores Estresantes en el Ecosistema Veterinario

A pesar de la profunda satisfacción que puede generar salvar una vida animal o mejorar su bienestar, la profesión veterinaria está expuesta a múltiples factores estresantes, muchos de ellos derivados de las características antes mencionadas:

- Carga emocional y dilemas éticos: La eutanasia es, quizás, el factor estresante más potente y recurrente. La decisión de terminar con la vida de un animal, por muy justificada que esté clínicamente, es una carga emocional inmensa. A esto se suman los casos de negligencia, maltrato animal, o la incapacidad de un tutor para costear un tratamiento vital, lo que obliga a los veterinarios a enfrentar dilemas éticos y morales complejos.

- Expectativas del tutor y gestión de conflictos: Los tutores pueden tener expectativas poco realistas sobre los resultados de los tratamientos, el pronóstico de una enfermedad o incluso la duración de la vida de su mascota. La comunicación de malas noticias, el manejo del dolor y la frustración del tutor, y la resolución de conflictos sobre costos o decisiones de tratamiento, son fuentes constantes de estrés.

- Exigencias físicas y mentales: Las jornadas laborales suelen ser largas e irregulares, con turnos de emergencia y la necesidad de estar disponible fuera del horario habitual. Las tareas pueden ser físicamente exigentes (contención de animales, cirugías prolongadas) y la presión constante para tomar decisiones rápidas y precisas, a menudo bajo circunstancias de alta presión, cobra un peaje mental significativo.

- Presión financiera y percepción del Valor: A pesar de la alta inversión en educación y la complejidad de la profesión, muchos veterinarios sienten que su valor económico no es reconocido adecuadamente por la sociedad. La presión por ser rentables en un negocio, mientras se equilibran las necesidades del animal y las capacidades económicas del tutor, genera un estrés constante.

- Riesgos para la salud y seguridad: Los veterinarios están expuestos a riesgos físicos (mordeduras, arañazos, patadas), enfermedades zoonóticas, y exposición a fármacos y agentes químicos. El riesgo de lesiones y la necesidad de precauciones constantes añaden una capa de ansiedad.

- Burnout y salud mental: La combinación de todos estos factores contribuye a altas tasas de estrés, ansiedad, depresión y burnout entre los profesionales veterinarios. La estigmatización alrededor de los problemas de salud mental en la profesión puede dificultar la búsqueda de ayuda.

 

La salud mental de los veterinarios es un tema que requiere atención urgente y un enfoque integral por parte de individuos, empleadores, colegios y asociaciones profesionales, y la sociedad en general. Reconocer los desafíos y la implementación de soluciones es esencial para garantizar el bienestar de estos profesionales y, en última instancia, la salud de los animales y las comunidades a las que sirven.

 

 


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