Un reciente estudio del Royal Veterinary College (RVC) del Reino Unido, realizado en colaboración con Dogs Trust, aporta evidencia novedosa sobre cómo las primeras interacciones entre dueños y cachorros pueden influir en el desarrollo -o la prevención- de las conductas relacionadas con la separación (CRS). Estas recomendaciones, simples y fácilmente aplicables, podrían convertirse en una herramienta valiosa para los tutores de animales.
Las CRS representan uno de los problemas de bienestar más frecuentes en la clínica diaria. Pueden manifestarse mediante ladridos, gemidos, destrucción o micción/defecación en ausencia de los tutores. Suelen ser expresiones de miedo, estrés o frustración, y en casos severos derivan en la entrega del animal o incluso en la eutanasia.
Aunque se estima que la ansiedad por separación afecta a cerca del 50% de los perros, las estrategias de prevención siguen siendo limitadas y poco estudiadas.
Para el estudio, el equipo del RVC reclutó a 34 nuevos tutores antes de la llegada de sus cachorros al hogar. Luego los dividió en cuatro grupos, cada uno con un conjunto distinto de recomendaciones:
- Consejos generales de cuidado (grupo control).
- Recomendaciones de salidas y reencuentros tranquilos.
- Consejos para una adaptación progresiva a permanecer solos.
- Una combinación de todas las pautas anteriores.
Durante los primeros seis meses en casa, los tutores debían aplicar las recomendaciones asignadas y grabar en video a sus cachorros en cuatro momentos clave: inicio de la primera semana, final de la segunda, tres meses y seis meses. A los tres meses también participaron en una prueba supervisada de separación. Las grabaciones se analizaron para registrar ladridos, gemidos, descanso, juego y otros indicadores de ansiedad o relajación.

Resultados del Estudio
Aunque el estudio no encontró diferencias contundentes en todas las señales clásicas de angustia por separación, sí identificó patrones consistentes que orientan hacia recomendaciones prácticas:
- Los cachorros cuyos tutores recibieron pautas de despedidas y reencuentros tranquilos descansaron más al quedarse solos, indicando un mayor nivel de relajación.
- Los perros cuyos tutores aplicaron una adaptación gradual a la soledad también descansaron más, particularmente en la prueba supervisada, y mostraron menos signos pasivos de ansiedad (jadeo, lamidos de labios).
- Dejar al cachorro con otro perro redujo notablemente los signos de ansiedad pasiva.
- En contraste, dejar la televisión o la radio encendidas incrementó los signos de ansiedad y redujo el comportamiento positivo, como comer o jugar, lo que desafía una práctica habitual entre muchos tutores.
Implicancias para la práctica veterinaria
Si bien los autores advierten que se necesitan estudios con una muestra más amplia para confirmar estos efectos sobre las CRS a largo plazo, los resultados ofrecen un camino prometedor: aconsejar a los nuevos tutores que mantengan una actitud calmada y que entrenen de forma gradual la tolerancia a la soledad podría reducir el riesgo de desarrollar angustia por separación.
Conclusiones clave del estudio
- Las despedidas y reencuentros tranquilos, acompañados de ejercicio previo y enriquecimiento ambiental, favorecen el descanso y la calma del cachorro.
- La habituación progresiva a la soledad, junto con golosinas duraderas, mejora la respuesta emocional del animal y reduce signos pasivos de estrés.
- La presencia de otro perro disminuye indicadores de ansiedad.
- Mantener TV o radio encendidas no favorece la adaptación y puede empeorar el cuadro.
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