En la mañana del martes 4 de noviembre, la médica veterinaria Rosa Saturno (MP 2398), en la ciudad de Córdoba, fue víctima de un violento ataque que pone en evidencia una problemática que crece sin freno en el ámbito de la salud animal.

Según informó el Colegio Médico Veterinario de la Provincia de Córdoba (CMVPC) -quien repudió el acto de violencia y publicó el video en sus redes sociales-, la clienta había adquirido días atrás un producto multivitamínico de venta libre para sus conejos, sin que los animales fueran previamente atendidos o evaluados clínicamente. Ante el reclamo de que el producto habría “afectado la salud de los animales”, la clienta exigió la devolución del dinero y atención veterinaria gratuita.

Tras haber recibido asesoramiento institucional, la profesional fue nuevamente abordada en su establecimiento por la misma persona, esta vez acompañada por otra mujer, y fue agredida físicamente con una herramienta metálica, sufriendo lesiones en la cabeza. Ambas agresoras huyeron del lugar.

La agresión quedó registrada por cámaras de seguridad y fue denunciada de inmediato ante las autoridades judiciales competentes.

El CMVPC informó que representantes de ese Colegio y su equipo jurídico se hicieron presentes para brindar contención, asesoramiento y acompañamiento a la colega afectada, así como que la institución se presentará como querellante particular en la causa.

La profesional debió recibir puntos de sutura y se le realizó una tomografía (TAC), cuyos resultados aún no han sido difundidos.

Contexto y dimensión del problema

Este episodio no aparece en aislamiento. En varias oportunidades Vet Market ha publicado crónicas de hechos similares.

Una encuesta publicada por Vet Market en 2023 indica que el 79 % de los veterinarios en Argentina han sido víctimas de hostilidad, agresiones verbales, físicas, daño a infraestructura o “escraches” en redes sociales.

En los hechos de Córdoba se abre nuevamente un desafío

Este episodio debe servir como llamada de alerta para que tanto el sector profesional como las autoridades de salud y seguridad (provinciales y municipales) actúen de manera coordinada.

El caso de la Dra. Saturno es una continuidad de una problemática que ya está documentada, que tiene múltiples manifestaciones, y que demanda una respuesta integral.

Llamado a la acción desde el sector

El mensaje es claro: no se puede naturalizar la violencia. Ni la verbal, ni la psicológica, y mucho menos la física.

Un acto de agresión contra un veterinario es un ataque directo al servicio esencial que ofrecen, para los animales, para sus tutores y para la salud pública.