Los animales en situación de calle están allí por el abandono o porque nunca tuvieron un tenedor responsable. A la intemperie, la sobrevida se vuelve una carrera contra el hambre, las enfermedades, los accidentes de tránsito y la violencia. En paralelo, las comunidades enfrentan mordeduras, transmisión de zoonosis y fauna urbana descontrolada. No es un problema “de otros”: es el resultado de nuestras omisiones colectivas.

La tenencia responsable implica mucho más que dar refugio: es brindar alimentación adecuada, atención veterinaria, vacunación, castración y un entorno seguro. Adoptar un animal de compañía es asumir un compromiso de por vida, no un vínculo descartable cuando cambian las circunstancias personales.

Cada animal abandonado es una historia de confianza rota. Sin embargo, hay alternativas: la adopción responsable, la esterilización para evitar camadas no deseadas, y la educación comunitaria sobre el cuidado animal son herramientas clave para revertir esta realidad.

El Día Internacional del Animal sin Hogar, que se conmemora el tercer sábado de agosto, es un llamado a la reflexión y a la acción para que no haya más animales en situación de calle.

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