Cada último sábado de abril, el mundo se une para celebrar el Día Mundial del Veterinario, una fecha instaurada por la Asociación Mundial de Veterinaria (AMV) para destacar la crucial labor que realizan los profesionales veterinarios en la salud y el bienestar de los animales, así como su impacto en la salud pública y el medioambiente.

Es un reconocimiento al compromiso y la dedicación de los profesionales veterinarios que en Argentina también se celebra cada 6 de agosto.

La iniciativa de la AMV subraya la amplitud del rol del veterinario, que va mucho más allá de la atención clínica de los animales de compañía. Estos profesionales son pilares fundamentales en la prevención y control de enfermedades zoonóticas -aquellas que se transmiten entre animales y humanos-, garantizando la seguridad alimentaria a través de la supervisión de la producción animal, y contribuyendo a la conservación de la fauna silvestre y la biodiversidad.

En Argentina, la celebración del 6 de agosto tiene una rica historia y un profundo significado. En esta fecha se conmemora la inauguración del primer curso de veterinaria en el país, marcando el inicio de la formación académica de profesionales dedicados a la salud animal.

Tanto el Día Mundial como el Día Nacional del Veterinario son oportunidades para reflexionar sobre la esencial contribución de estos profesionales a la sociedad. Su trabajo silencioso pero constante asegura la salud de los animales, protege la salud de las personas y contribuye a un planeta más saludable.

Ambas fechas invitan a agradecer la dedicación de los profesionales veterinarios, reconocer su expertise y apoyar su invaluable labor en la construcción de Una Salud, donde la salud animal y humana están intrínsecamente ligadas.