El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha Contra la Depresión. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un trastorno mental frecuente que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. A su vez, es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.

Los síntomas de la depresión pueden incluir tristeza, pérdida de interés en las actividades habituales, cambios en el apetito o el sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y pensamientos suicidas.

La tenencia de animales de compañía puede ser una forma eficaz de ayudar a las personas con depresión, al proporcionar compañía, apoyo emocional, una sensación de propósito y responsabilidad, y una oportunidad para realizar actividad física.

Estimaciones de la Real Sociedad Canina de España a partir de datos hospitalarios, los enfoques terapéuticos con perros han llegado a reducir hasta un 60% la medicación por depresión. Asimismo, el contacto con estos animales favorece la asistencia de pacientes esquizofrénicos a las consultas: el absentismo cayó un 80% en este colectivo, tradicionalmente reacio a acudir al médico. También señala que la presencia de perros en entornos terapéuticos proporciona un ambiente cálido y no amenazante. Un espacio donde los individuos que luchan contra la depresión pueden experimentar una conexión emocional libre y única. 

La interacción con los animales de compañía libera oxitocina, una hormona que se asocia con la sensación de calma y bienestar. Además, el contacto físico con los animales de compañía, como acariciarlos o abrazarlos, puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés.

Muchos estudios científicos han demostrado los efectos positivos de la tenencia de animales de compañía. Por supuesto, la tenencia de un animal no es una cura para la depresión. Sin embargo, puede ser una parte importante del tratamiento, ya que puede ayudar a las personas a sentirse mejor y a mejorar su calidad de vida.

La tenencia de una mascota puede ser una experiencia gratificante y de gran utilidad para las personas con depresión. Sin embargo, es importante señalar que el vínculo humano-animal, debe ser una interacción mutuamente beneficiosa. 

Adoptar un animal es un acto de amor que debe asumirse con responsabilidad, respetando la naturaleza de la especie y garantizando sus necesidades básicas.

Por úlltimo, es recomendable la consulta y asesoramiento de un profesional veterinario antes, durante y después de la adopción de un animal.

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