Los gatos son animales maravillosos y al igual que los perros pueden ser muy buenos animales de compañía, pero no son iguales. Las manifestaciones de las enfermedades de los gatos no siempre son comprendidas por sus tenedores responsables.

Muchos problemas de salud pueden descartarse como dolencias típicas o esperarse de la vejez cuando, en realidad, pueden causar graves sufrimientos. 

La evolución también ha enseñado a los gatos a ocultar los signos de dolor asociados con trastornos como enfermedades dentales u osteoartritis para evitar parecer débiles ante los depredadores, lo que dificulta aún más que los dueños detecten los signos.

Para conocer cuáles son las enfermedades más comunes de los gatos domésticos, la Royal Veterinary College (RVC) investigó los patrones de salud de una muestra aleatoria de 18.249 gatos de una población de estudio de 1.255.130 gatos en el Reino Unido. 

Las razas de gatos más comunes que estuvieron representadas en el estudio fueron British Short Hair (3,01 %), Ragdoll (1,82 %) y Bengal (1,22 %). Otras razas comunes incluyeron Maine Coon (0,93 %), persa (0,73 %) y siamés (0,68 %).

Según el estudio, en promedio, cada gato fue diagnosticado con una condición por año. El recuento promedio de condiciones por año fue más alto en los machos que en las hembras, y más alto en los gatos mayores que en los gatos más jóvenes.

De las condiciones específicas diagnosticadas, las más comunes fueron enfermedad de las encías (15,23 %), obesidad (11,58 %), enfermedad dental general (9,23 %), uñas demasiado grandes (5,23 %), infestación por pulgas (5,07 %) y soplo cardíaco. (4,44%). 

Del estudio se desprende que hembras y machos tenían diferente riesgo para casi la mitad (14) de las 30 condiciones más comunes. Por ejemplo, las gatas tenían un mayor riesgo que los machos de mala calidad de vida, complicaciones de heridas postoperatorias, exceso de aseo, hipersensibilidad a las picaduras de pulgas, hipertiroidismo y uñas demasiado grandes. 

Los machos tenían un mayor riesgo de enfermedad periodontal, accidentes de tráfico, soplo cardíaco, cojera, obesidad, herida por absceso y lesiones por mordedura de gato.

Otros hallazgos clave incluyen:

- El riesgo difirió entre gatos más jóvenes (< 8 años) y mayores (≥ 8 años) para 27 (90,00%) condiciones. Por ejemplo, los gatos más jóvenes tenían un mayor riesgo de lesiones por mordedura de gato, infestación por pulgas, RTA y complicaciones de heridas postoperatorias.

- Los gatos mayores tenían un mayor riesgo de cojera, absceso, cistitis, cepillado excesivo, enfermedad dental general, estreñimiento, bajo peso, osteoartritis, trastorno del pelaje, anorexia, otitis externa, vómitos, arritmia cardíaca, pérdida de peso, enfermedad renal crónica, trastorno no diagnosticado, enfermedad de las encías, mala calidad de vida, soplo cardíaco, hipersensibilidad a las picaduras de pulgas, obesidad, uña(s) demasiado grande(s) e hipertiroidismo.

- Los grupos generales de patologías más frecuentes fueron los trastornos dentales (21,21%), la obesidad (11,58%), los trastornos de la piel (9,63%), los problemas intestinales (8,50%), la infestación por parásitos (6,30%) y las cardiopatías (5,99%).

- La edad promedio de los gatos registrados con cada uno de los 30 trastornos de nivel agrupado más comunes varió de 1,67 años para las complicaciones de heridas postoperatorias a 15,15 años para los trastornos del sistema endocrino.

Los investigadores consideran que estos hallazgos brindan a los veterinarios, auxiliares veterinarios, criadores de gatos y propietarios nuevas pruebas para comprender y predecir mejor la aparición de estos trastornos. También destaca las características clave que los propietarios deben priorizar para darle a su gato la mejor vida posible.

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