Por: Dr. Rubén Hugo Somoza
La atención de los cachorros post parto o más aún en caso de cesáreas se basa en evitar lo que denominamos triada neonatal (Hipotermia, deshidratación e hipoglucemia).
Para ello es de importancia vital evitar la Hipoxia durante el parto/cesárea y en los primeros minutos de vida.
La transición entre la vida intra y extra uterina es el desafío más importante que el neonato debe afrontar al nacer. Desde ese momento debe respirar por sus propios medios, encontrar una temperatura adecuada en el entorno, ya que hasta los 7 días de vida no es capaz de mantenerla por sí mismo. Por eso es indispensable darle calor externo para que pueda mantener su temperatura corporal estable en torno a los de 36 ° C.
Mantener la temperatura corporal por encima de los 35 °C en las primeras horas de vida, es vital además para evitar la deshidratación y la hipoglucemia, ya que las reservas de energía son mínimas y dependen de la ingestión de suficiente calostro que aporta agua, energía e inmunoglobulinas.
Estas indicaciones, es decir, oxigeno, calor e ingestión de calostro, parecen sencillas, pero no están exentas de complicaciones. Son en la inmensa mayoría de los casos, la causa inicial de que la mortalidad neonatal esté en torno al 20 % de los cachorros nacidos vivos.
Es cierto que la causa final de muerte puede ser por ejemplo una septisemia neonatal, que se manifieste en forma de neumonía o gastroenteritis fatal, pero debemos tener en claro que la causa final de muerte neonatal casi siempre está relacionada hipoxia que deriva en triada neonatal y que es el puntapié inicial para que se instale la septisemia.
En la inmensa mayoría de los casos los responsables de supervisar que se la realicen los cuidados post natales son los propietarios o los criadores. Por eso las indicaciones de los médicos veterinarios deben ser claras y específicas. Nada debe quedar librado al azar. La comunicación es una habilidad clínica. Un médico veterinario debe manejar los secretos de comunicar correctamente.
Más allá de los conocimientos científicos que un profesional idóneo se supone que debe tener, comunicar bien, significa explicar con claridad y dar los detalles necesarios para prevenir los problemas que pueden surgir a partir de las indicaciones. Para poder prevenir los errores, es fundamental la experiencia. La experiencia es algo que se adquiere habiendo pasado por la situación. En estos casos viene como anillo al dedo los dichos populares que rezan, “Nadie nace sabiendo” y “El zorro sabe por zorro pero más sabe por viejo”.
El caso que les presento ocurrió en Costa Rica.

Se trata de un paciente de la Dra. María Fernanda Tenorio Artavia, quien forma parte de la membresía OnlineVets, donde compartimos, dudas, consultas y debatimos entre los colegas participantes los casos clínicos para resolverlos entre todos.
Hay miembros de Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Colombia. México, Bolivia y Chile. Quienes quieran incorporarse pueden contactarme.
Se presenta a consulta un cachorro de 8 días de vida de raza BDF (Bulldog Francés), que nació por cesárea y estaba a cuidado del criador.
El cachorro llegó a la consulta con muy buen estado general. Se alimentaba muy bien y tenía una adecuada ganancia de peso, tal como se observa en la foto, pero presentó escaras en el lomo sin explicación aparente.
¿Cuál es su diagnóstico?
(A continuación la resolución)


Resolución del caso
El caso es de fácil diagnóstico, pero no de sencilla resolución.
Quemaduras por almohadilla térmica.
Lo importante de este caso es que esta complicación es muy común que se puede evitar explicando bien como dar calor a un cachorro.
La almohadilla térmica no es una buena elección, justamente por este riesgo.
Es preferible calentar el piso (loza radiante o hilo radiante) o lámpara infraroja regulable en altura, siempre que en el nido a la altura de los cachorros tengamos un termómetro y un higrómetro para medir in situ la temperatura y la humedad.
Hay que tener en cuenta que la hipertermia es tanto o más grave que la hipotermia. Los mecanismos de adaptación de los cachorros al déficit y exceso de calor son muy ineficientes.
Un cachorro que llora y jadea constantemente, es muy probable que este sofocado por el calor y muy probablemente se esté quemando, si no tiene forma de alejarse de la fuente de calor.
En este caso prevenir y comunicar bien es fundamental ya que las quemaduras suelen general necrosis dérmica y pérdida de tejido que predispone a infecciones graves.
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