lunes 8 de diciembre de 2025 - Edición Nº2475

Profesión | 26 de febrero

Medicina preventiva

¿De qué hablamos cuándo hablamos de prevención?

La medicina preventiva es un componente importante de la tan anhelada tenencia responsable y del bienestar animal. Es también parte del correcto proceder profesional y una forma efectiva de fidelizar el vínculo con los clientes.


Puede decirse que la medicina preventiva son aquellas prácticas médicas que están diseñadas para prevenir y evitar la enfermedad. Por ello se dice, y con razón, que la medicina preventiva es la mejor medicina.

 

Lamentablemente no siempre se dan las circunstancias para poder poner en práctica la medicina preventiva en veterinaria. Aquí, el paciente es el animal que por sí solo no concurre a la veterinaria. Se requiere de la decisión del propietario para realizar una consulta veterinaria y mucho más para que sea del tipo preventiva.

 

La mayoría de las veces los clientes llevan a sus animales a la veterinaria cuando estos tienen alguna enfermedad.

 

Si el profesional tiene la suerte de tener clientes que lo consultan ni bien compran o adoptan un animal la posibilidad de realizar medicina preventiva será alta. Aquí debe aclararse que lo ideal sería que consultaran antes de adquirir el animal. Luego veremos porqué.

 

Cuando el cliente llega a la consulta con el animal recién adquirido el profesional deberá asegurarse que ese animal esté sano al momento de la consulta y deberá prever los pasos siguientes para seguir realizando la medicina veterinaria preventiva. Para ello, es fundamental comprometer al cliente haciéndole sentir -tal como lo es- el responsable de la salud y el bienestar de su animal.

 

Decíamos anteriormente que lo ideal es que el cliente llegue a la consulta antes de adquirir un animal ya que eso permitiría desarrollar una serie de aspectos vinculados no solo a la salud y al bienestar del animal, sino también al bienestar familiar.

 

Sabido es que hay razas de perros y gatos de moda y que mucha gente desearía tener, especialmente los niños y la gente joven. Sin embargo, la decisión de adquirir un animal de compañía no pasa por la moda, sino por una serie de aspectos estrictamente racionales.

 

Toda persona que se plantee tener un animal de compañía debería preguntarse si él y su familia realmente están en condiciones de tener un animal. Ello implica básicamente disponer del tiempo para su dedicación, del dinero y del espacio físico necesario para poder criar adecuadamente al animal. Deberá saber también y tendrá que contemplarlo que no es lo mismo tener un gato que un perro e incluso una determinada raza u otra de gato o perro.

 

 

 

 

 

Motivos de intervención profesional con fines preventivos

 

Durante la consulta preventiva, además de todo lo concerniente a lo estrictamente médico, el profesional debería advertirle al cliente hipotéticas situaciones en las que por el bien de la salud y el bienestar del animal, e incluso del bienestar familiar, deberían ser motivo de consulta. Algunos de ellos son:

 

  • Cuándo se produzca una mudanza: de casa a departamento o viceversa, a un country u otro espacio físico muy diferente al que se crio.

  • Cuándo la familia se agranda: llega un nuevo integrante al grupo familiar (humano u otra especie).

  • Cuándo la familia se reduce: ya sea por diferentes motivos como puede ser separación o fallecimiento de algún integrante del grupo familiar.

  • Cuándo se tiene que realizar un viaje: tanto si los animales tienen que ser parte del viaje o si deben quedarse.

  • Cuándo la familia participa de actividades deportivas grupales: muchas pueden incluir al animal o no. En cualquier caso es motivo de consulta.

  • Cuándo la familia desea contratar a una persona para que el animal tenga a diario su paseo, recreación y/o la interacción con otros animales de su especie.

  • Cuando la familia debe dejar al animal en pensionados: tanto sea por un período vacacional y/o de trabajo.

 

Estas y otras situaciones que pueden suceder con cualquier cliente son necesarias que el profesional conozca para poder llevar adelante la medicina veterinaria preventiva.

La medicina preventiva es un componente importante de la tan anhelada tenencia responsable y del bienestar animal. Es también parte del correcto proceder profesional y una forma efectiva de fidelizar el vínculo con los clientes.

 

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