El conejo común o europeo (Oryctolagus cuniculus) es el antepasado de todos los conejos domésticos de la actualidad y ha sido una de las especies con mayor población, principalmente en Europa. Sin embargo, ha evidenciado un claro descenso de sus poblaciones de casi el 70% en el último decenio, principalmente en España, Portugal y el sur de Francia.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el conejo europeo se ha sumando a la lista de animales en peligro de extinción y que la principal causa de este declive son las enfermedades. Por un lado, la mixomatosis, que es una enfermedad infecciosa, causada por un virus, que se caracteriza por la aparición de inflamaciones en las mucosas y en la piel. Por otro lado, la enfermedad hemorrágica vírica, que es un cuadro viral extremadamente contagioso y mortal de los conejos domésticos y silvestres.

Si bien el conejo tiene un ritmo de reproducción muy alto no ha sido suficiente para compensar la introducción de estas enfermedades por parte de los humanos.

Los especialistas alertan que las enfermedades no son las únicas causas del peligro de extinción del conejo, sino también los cambios de uso del suelo y la agricultura intensiva, que han cambiado la estructura del paisaje y han hecho desaparecer los hábitats en mosaico de los que depende este animal. También que ha sido durante gran parte de la historia el alimento de muchas especies, incluido el hombre.