Nutrición responsable
¿Pondrías en juego la salud de tu mascota al darle de comer?
Cuáles son los probables riesgos para la salud a los que queda expuesta una mascota cuando su dueño le da comestibles adicionales a su dieta con balanceado.
Sin dudas todos los que tenemos mascotas en nuestro hogar queremos darle la mejor nutrición para mantenerlas siempre saludables. Pero, al momento de alimentarlas, algunos propietarios se dejan llevar a veces más por su lado sentimental, que por la razón.
Es así como algunas personas, a pesar de estar alimentando a su mascota con un balanceado de buena calidad, que cubre todos los requerimientos nutricionales del animal, caen en la tentación de ofrecerle adicionalmente, a modo de “premio”, comestibles extras a su dieta habitual. Pero, más allá de las buenas intenciones que pudieran tener, probablemente esos propietarios no sepan que de esa forma ponen en riesgo la salud de sus queridas mascotas. En efecto, al ofrecerles comestibles extras a la dieta las hacen participar de un peligroso e innecesario manejo nutricional que bien podría darse en llamar el “juego de las probabilidades de una alimentación inadecuada”. Los perros y gatos participantes de este “juego” quedan expuestos a una especie de lotería donde la ingesta de esos extras que les dan sus dueños puede resultarles a veces inofensiva, pero otras no tanto.
Probablemente no, pero probablemente sí
En este peligroso juego de azar nutricional el propietario de una mascota decide incluir ocasionalmente en la dieta completa, y hasta entonces balanceada, de ese animal distintos elementos como: restos de comida de la mesa, huesos, carne cruda, golosinas, entre otros, bajo la sincera convicción que, probablemente, no le ocasionarán ningún daño.
Lo cierto es que es posible que ese dueño tenga razón y que, quizás, la ingesta de ese comestible extra no le provoque ningún trastorno. Pero, como veremos a continuación, puede suceder que, también probablemente, ese agregado a la dieta habitual sí le genere perjuicios de distinta gravedad para la salud del animal.
Sobras de la mesa
Dentro de esta categoría de extras a la dieta balanceada se encuentra un conjunto diverso y heterogéneo de sustancias comestibles que quedan en los platos luego de cada comida del grupo humano. La ingesta de algunas de estas sobras puede ser inofensiva para las mascotas pero en otros casos, por el contrario, pueden resultar muy tóxicas y hasta letales. Es decir que aquí aplica el concepto del “juego de las probabilidades” de daño o no para la salud de las mascotas. De tal modo que ante la pregunta del propietario: “¿le hará mal a mi perro o gato si le doy sobras de la mesa?”, la respuesta vuelve a poner a la salud de estos animales peligrosamente bajo los caprichos del azar. Es verdad que comer ciertas sobras, probablemente, no le cause daños a las mascotas. De hecho previo a la aparición de los actuales alimentos balanceados para perros y gatos, estos animales se alimentaban todos los días a partir de los restos diarios de la comida de cada hogar. Claro que no se disponen de suficientes registros estadísticos sobre cuál era la expectativa de vida que tenían los perros y gatos bajo ese régimen alimenticio casero.
Pero también es cierto que, muy probablemente, las mascotas puedan sufrir daños graves en su salud por la ingesta de ciertas sobras de la mesa. Como por ejemplo si éstas contienen cebolla o ajo, ya que el tiosulfato presente en estos vegetales son altamente tóxicos tanto para los perros como para los gatos destruyendo sus glóbulos rojos y provocándoles un tipo de anemia denominada hemolítica o por Cuerpos de Heinz. Como si esto fuera poco, estas sobras también pueden causar insuficiencia renal.
Por otro lado, la ingesta adicional al balanceado de restos de comida de la mesa representa además un aporte extra de calorías que puede predisponer al animal a un estado de sobrepeso u obesidad, puerta de entradas a diversas patologías.
Huesos
Darle cada tanto uno o más huesos a las mascotas quizás sea uno de los modos más frecuentes de hacerlas participar en el “juego de las probabilidades de una alimentación inadecuada”. En este caso los propietarios suelen verse doblegados por la mirada inquisidora de sus perros que “le piden” disponer de los restos óseos de la especie animal cocinada. Esas personas suelen autoconvencerse pensando: “¿qué le puede pasar si le doy un hueso cada tanto?”.
Darle huesos a los perros puede provocarle graves daños a su salud
Y, probablemente, no le suceda nada malo. De hecho los antepasados salvajes del perro y del gato domésticos actuales cazaban presas y comían prácticamente todos sus órganos. Claro que no hay registros de cuál era la suerte de esos primitivos animales.
Pero también es cierto que, probablemente, si le damos un hueso a un perro o a un gato este podría astillarse al morderlo y clavarse en algún tramo del aparato digestivo perforando un órgano, requiriendo la intervención veterinaria de urgencia y, en ciertos casos incluso, de una cirugía. También puede suceder que, probablemente, la ingesta adicional de hueso le provoque estreñimiento, con heces muy secas y duras que le generen dificultad y dolor para defecar.
Como se ve, el aporte adicional de comestibles a la dieta con balanceado deja siempre expuestas a las mascotas a la posibilidad de sufrir algún daño en su salud.
Quizás en este momento algún lector pueda estar pensando: “¿pero qué seguridad hay de que comiendo sólo alimento balanceado mi mascota no tenga también algún problema digestivo?”
Es verdad que en el mercado existen muchas marcas de alimentos balanceados para perros y gatos y que no todas son de la misma calidad. Por esta razón la consulta periódica con el médico veterinario es de vital importancia para recibir asesoramiento sobre el manejo nutricional adecuado de las mascotas y para que reciban siempre una dieta completa y balanceada, sin necesidad de poner en riesgo su salud en juegos de azar.
Med. Vet. Julio Bernal
Más info sobre nutrición de perros y gatos: