Con la llegada de los períodos de altas temperaturas y mayores lluvias, se incrementa el riesgo de leptospirosis, una enfermedad zoonótica de importancia sanitaria y productiva que afecta a animales domésticos, silvestres y a las personas. Ante este escenario, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) refuerza las acciones preventivas y difunde recomendaciones clave destinadas a trabajadores, técnicos y veterinarios de establecimientos ganaderos.

La leptospirosis es causada por la bacteria Leptospira interrogans y puede generar importantes pérdidas económicas en las producciones pecuarias, además de provocar cuadros clínicos graves en humanos. Si bien es más frecuente en ámbitos rurales, también puede presentarse en zonas urbanas, principalmente por la presencia de roedores, que actúan como reservorios y eliminan la bacteria a través de la orina.

Las condiciones ambientales asociadas al calor y a las precipitaciones intensas favorecen la supervivencia y diseminación del agente en el agua, el suelo y superficies contaminadas, aumentando la probabilidad de aparición de brotes.

Transmisión y signos clínicos

Los animales infectados y el ambiente contaminado constituyen la principal fuente de infección tanto para otros animales como para las personas. En el caso de los bovinos -especialmente los animales jóvenes- la transmisión se produce por contacto directo con orina de animales infectados o por exposición a agua y suelos contaminados. La bacteria ingresa al organismo a través de lesiones en la piel o por las mucosas ocular, nasal o bucal.

En bovinos, la infección puede cursar de forma subclínica o manifestarse con los siguientes signos:

- Abortos en preñeces avanzadas y nacimientos prematuros.

- Retención placentaria, fallas reproductivas y disminución de la fertilidad.

- Reducción de la producción láctea.

- Ictericia (mucosas amarillentas).

- Hematuria (orina de color marrón rojizo).

En las personas, el contagio puede ocurrir por contacto directo con bovinos u otros animales de granja enfermos, y la enfermedad puede presentarse desde formas leves hasta cuadros graves, potencialmente mortales.

Cabe destacar que, en establecimientos donde la leptospirosis está presente, la infección puede afectar también a otras especies como ovinos, caprinos, porcinos y caninos, que a su vez representan una fuente de infección para los seres humanos.

Medidas de prevención

La prevención resulta clave tanto en el manejo pecuario como en el consumo de alimentos, para evitar la aparición y diseminación de la enfermedad. En este sentido, el SENASA recomienda en los establecimientos rurales:

- Vacunar a los animales según el plan sanitario correspondiente.

- Aplicar tratamientos antibióticos cuando estén indicados.

- Utilizar elementos de protección personal (guantes, botas de goma y gafas) durante el manejo animal, evitando el contacto con orina y otros fluidos corporales.

- Evitar condiciones que favorezcan la proliferación de roedores.

- Implementar un control adecuado de roedores en predios, galpones, corrales y viviendas.

- Prevenir el anegamiento y el estancamiento de agua.

- Higienizar periódicamente comederos y bebederos.

Asimismo, se recuerda que la leptospirosis en animales es una enfermedad de notificación obligatoria, de acuerdo con la Resolución SENASA Nº 153/2021. Ante cualquier sospecha o confirmación de casos, se debe informar al organismo a través de sus oficinas (de manera presencial o telefónica), por WhatsApp al (11) 700 5704, al correo electrónico notificaciones@senasa.gob.ar o mediante el formulario “Avisá al SENASA” disponible en el sitio web oficial.