martes 9 de diciembre de 2025 - Edición Nº2476

Profesión | 9 de diciembre

Sanidad animal

Cómo la toxoplasmosis altera el comportamiento animal

Un estudio internacional liderado por el Royal Veterinary College revela que el parásito Toxoplasma gondii, causante de la toxoplasmosis, puede modificar el comportamiento de los animales mediante la desregulación de la dopamina, aportando nuevas claves sobre la interacción entre infecciones parasitarias y sistema nervioso.


Un nuevo estudio liderado por el Royal Veterinary College (RVC), junto al Imperial College de Londres y la Universidad de Leeds, logró esclarecer uno de los mecanismos más intrigantes de la toxoplasmosis: cómo el parásito Toxoplasma gondii modifica el comportamiento de sus huéspedes para favorecer su transmisión.

El parásito, capaz de infectar a todos los animales de sangre caliente -incluidos humanos-, tiene como huésped definitivo al gato. Desde hace décadas se sabe que en roedores infectados reduce el miedo a los felinos e incluso genera atracción hacia su olor, aumentando así la probabilidad de completar su ciclo biológico.

La clave, según los investigadores, estaría en la dopamina. El estudio demuestra que T. gondii produce su propia tirosina hidroxilasa (TgTH), una enzima esencial en la síntesis de este neurotransmisor, casi idéntica a la de los mamíferos. Al aumentar la expresión de TgTH en cepas modificadas del parásito, los científicos observaron cambios conductuales más marcados en ratas infectadas, especialmente una mayor permanencia en zonas con olor a gato.

Los ensayos, realizados con pruebas conductuales no invasivas y análisis estadísticos avanzados, confirmaron además que todos los animales infectados mostraron diferencias medibles frente a los controles sanos. En conjunto, los resultados establecen una relación directa y dependiente de la dosis entre la producción de dopamina por el parásito y las alteraciones de conducta del huésped.

“La desregulación de la dopamina causada por el propio parásito contribuye a los cambios conductuales asociados a Toxoplasma gondii”, explicó la profesora Joanne Webster, autora principal del estudio. Para los investigadores, estos hallazgos no solo profundizan la comprensión de la interacción parásito-huésped, sino que también abren nuevas líneas de investigación sobre los efectos neurológicos de infecciones crónicas.

El impacto va más allá de la medicina veterinaria. Estudios previos ya habían asociado la infección por T. gondii con trastornos neuropsiquiátricos humanos, como la esquizofrenia. En ese sentido, el Dr. Fuller Torrey, del Stanley Medical Research Institute, destacó que “esta investigación arroja luz sobre Toxoplasma gondii como una de las posibles causas de la esquizofrenia”.

El estudio representa un avance que refuerza el enfoque “Una Salud” y vuelve a poner en primer plano el papel de los agentes infecciosos en el funcionamiento del sistema nervioso.

 


 

Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias