sábado 6 de diciembre de 2025 - Edición Nº2473

Profesión | 6 de diciembre

Salud y Bienestar Animal

Estudio revela daños ocultos en los oídos de conejos de orejas caídas

Un nuevo estudio del Royal Veterinary College comprobó que los conejos de orejas caídas presentan una predisposición significativamente mayor a sufrir problemas auriculares silenciosos pero dolorosos. Los hallazgos refuerzan la importancia de las otoscopias de rutina para detectar a tiempo inflamaciones o infecciones que comprometen su bienestar.


Las patologías del oído son comunes en conejos, pero suelen pasar desapercibidas porque estos animales rara vez muestran signos claros de molestia. Problemas como exceso de cerumen, estrechamiento del conducto auditivo o las primeras etapas de una otitis pueden avanzar sin ser detectados sin un examen profesional.

Hasta ahora, la relación entre orejas caídas y enfermedad auditiva se basaba en estudios pequeños o en informes de propietarios. Para aportar evidencia más sólida, las investigadoras del Royal Veterinary College (RVC), Maria Jackson y Michaela Betts, evaluaron 435 conejos de pedigrí aportados voluntariamente por criadores del British Rabbit Council (BRC). Entre octubre de 2023 y febrero de 2024 examinaron animales de 49 razas, registrando tipo de oreja, conformación craneal, peso y edad, y realizando otoscopias completas del pabellón auricular, el divertículo y el conducto auditivo externo.

Mediante un análisis multivariable, el equipo confirmó que la forma de la oreja es el factor más asociado a las anomalías auditivas. Los conejos de orejas caídas presentaron 9 de las 11 alteraciones evaluadas, como estrechamiento del canal, secreción escamosa o húmeda, cambios en la coloración, costras y reacciones de dolor durante la otoscopia. Estas lesiones pueden indicar inflamación o infección que afectan seriamente el bienestar del animal.

La conformación craneal también tuvo influencia, aunque en menor medida. Los braquicéfalos mostraron canales auditivos más estrechos, mientras que los dolicocéfalos fueron más propensos a desarrollar costras en el divertículo.

El tamaño corporal fue otro factor relevante: los conejos más pesados tuvieron mayor probabilidad de presentar enrojecimiento, secreción, estrechamiento y traumatismos auriculares, además de mayor reactividad al examen.

El estudio aporta evidencia contundente sobre riesgos de bienestar asociados a determinadas conformaciones, información clave para orientar decisiones de cría y estrategias clínicas.

Para criadores, los resultados refuerzan la necesidad de no reproducir animales con estrechamiento del canal auditivo, costras, enrojecimiento o antecedentes familiares.

Para veterinarios y tutores, el mensaje central del estudio es que las otoscopias preventivas son esenciales para detectar y tratar precozmente trastornos auriculares que suelen ser silenciosos, pero potencialmente severos.

 

 

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