viernes 5 de diciembre de 2025 - Edición Nº2472

Divulgación | 5 de diciembre

Bienestar Animal

Estrés calórico: las altas temperaturas ponen en riesgo la salud de perros y gatos

Con la llegada de las altas temperaturas en el hemisferio sur, el estrés calórico vuelve a posicionarse como una de las principales amenazas para la salud y el bienestar animal. Reconocer los signos tempranos y prevenir la progresión hacia la hipertermia severa es clave para evitar lesiones graves y muertes.


El aumento sostenido de la temperatura ambiental y la mayor frecuencia de olas de calor convierten al estrés calórico en un riesgo significativo para perros y gatos, especialmente en zonas urbanas donde se amplifican las sensaciones térmicas.

A diferencia de los humanos, los animales poseen mecanismos limitados para disipar calor, por lo que son más vulnerables a la acumulación térmica y a la progresión hacia cuadros graves.

El calor extremo no solo provoca malestar: compromete funciones esenciales del organismo y puede evolucionar rápidamente hacia una hipertermia severa y colapso multisistémico si no se actúa a tiempo.

 

¿Cómo afecta el calor al organismo de perros y gatos?

Cuando la temperatura ambiente supera la capacidad del animal para regular su propia temperatura, se activa una serie de mecanismos compensatorios: jadeo acelerado, vasodilatación y aumento del gasto cardíaco. Si estas estrategias no logran equilibrar la carga térmica, comienza un proceso de deterioro interno:

Alteraciones cardiovasculares: el aumento de la vasodilatación puede generar hipotensión y shock.

- Compromiso gastrointestinal: el estrés térmico aumenta la permeabilidad intestinal, favoreciendo inflamación y riesgo de sepsis.

- Daño neurológico: la hipertermia sostenida puede causar ataxia, convulsiones e incluso edema cerebral.

- Falla renal aguda: la deshidratación y la hipoperfusión reducen la función renal.

- Trastornos en la coagulación: cuadros graves pueden derivar en coagulopatías potencialmente fatales.

Este impacto multisistémico subraya la importancia de actuar en los primeros signos de alerta.

 

Perros y gatos más vulnerables

Si bien cualquier animal puede sufrir estrés calórico, algunos grupos presentan mayor riesgo:

- Razas braquicéfalas (bulldog, pug, shih tzu, gato persa): su anatomía dificulta el intercambio de calor.

- Animales geriátricos y cachorros, con sistemas termorreguladores inmaduros o debilitados.

- Pacientes con enfermedades cardíacas, respiratorias o endocrinas, como hipotiroidismo o laringoparálisis.

- Animales obesos, que retienen más calor y tienen menor tolerancia al ejercicio.

- Perros activos sometidos a ejercicio en horarios de alta temperatura.

 

Signos tempranos que no deben pasarse por alto

La detección precoz permite evitar la progresión hacia la hipertermia severa. Entre las señales iniciales se encuentran:

- Jadeo intenso o acelerado

- Hipersalivación

- Lengua o encías muy rojas

- Debilidad, desorientación o tambaleo

- Vómitos y diarrea

- Ritmo cardíaco elevado

- Temperatura corporal por encima de lo habitual

 

Cómo actuar ante un caso de estrés térmico

Frente a los primeros signos, la intervención debe ser inmediata:

1- Trasladar al animal a un ambiente fresco y sombreado.

2- Iniciar el enfriamiento gradual: mojar el cuerpo con agua templada y favorecer la evaporación con ventilación.

3- Ofrecer agua fresca, sin forzar la ingesta.

4- Evitar el hielo y el agua helada, ya que pueden causar vasoconstricción y empeorar el cuadro.

5- Consultar de urgencia al veterinario, incluso si los signos mejoran, porque el daño interno puede progresar.

 

Prevención: la herramienta más efectiva

Para proteger a perros y gatos durante los días de calor extremo, se recomienda:

- Garantizar acceso permanente a agua fresca.

- Asegurar sombra y un espacio ventilado.

- Evitar paseos y actividades físicas entre las 10 y las 17.

- Nunca dejar animales dentro de vehículos, aunque las ventanas estén abiertas.

- Mantener actualizado el cepillado, especialmente en animales de pelaje denso.

- Usar superficies frescas (alfombras refrigerantes, pisos de cerámica).

- Prestar especial atención a animales vulnerables, que requieren vigilancia constante durante olas de calor.

 

Un compromiso de cuidado responsable

Con el avance del verano en el hemisferio sur, el estrés calórico se convierte en una amenaza tangible para la salud y el bienestar de perros y gatos. La prevención, la detección temprana y la atención veterinaria oportuna son fundamentales para evitar consecuencias graves.

Proteger a los animales frente a este nuevo escenario es parte esencial de una tenencia responsable y del compromiso que todo tutor debe asumir.

 


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