Un equipo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) participó de una investigación internacional que logró reconstruir, con una precisión inédita, el origen y la expansión mundial del Aedes aegypti, principal vector del dengue, zika y chikungunya.
El trabajo, publicado en Science, analizó 1.206 genomas completos de poblaciones de África, América y Asia, y aporta información clave para el control de este insecto, especialmente en un contexto de creciente resistencia a insecticidas y aumento del riesgo epidemiológico.
Los resultados muestran que hace unos 5.000 años surgió en África occidental una variante del mosquito que comenzó a picar preferentemente a los humanos. Esa forma ancestral viajó luego hacia América durante el comercio transatlántico de esclavos, donde encontró ambientes urbanos favorables, se domesticó y dio origen al Aedes aegypti aegypti, la forma invasora que hoy se distribuye globalmente.
La Dra. Victoria Micieli, directora del CEPAVE (FCNyM-UNLP–CONICET) y una de las investigadoras involucradas, explicó que “las poblaciones de Aedes aegypti de Argentina se separaron de las africanas hace unos 320 años, coincidiendo con ese comercio, y la forma invasora actual divergió unos 100 años después, ya en América”. El estudio también detectó mutaciones de resistencia a insecticidas que se originaron en distintas regiones y que hoy se dispersan entre continentes, complicando los esfuerzos de control vectorial.
Otro miembro del equipo, el Dr. Darío Balcazar, detalló que sus aportes se centraron en análisis evolutivos basados en coalescencia: “Si pudiéramos rastrear el árbol genealógico de dos individuos al azar, encontraríamos un ancestro común. Con los mosquitos ocurre algo similar, pero reconstruido a partir de información genética y modelos evolutivos”. Balcazar realiza actualmente un posdoctorado junto a la Universidad de Yale y la Estación Experimental Agrícola de Connecticut.
El estudio identificó más de 141 millones de SNPs y permitió trazar cuatro grandes eras en la expansión del Aedes aegypti, desde sus raíces africanas hasta la reinfestación global posterior a las campañas de erradicación del siglo XX. También confirmó la existencia de contactos recientes entre subespecies, a través de los cuales habrían llegado nuevamente a África mutaciones de resistencia generadas fuera del continente.
El conjunto de datos obtenido -denominado Aaeg1200 WGS- representa hoy el mapa genómico más completo de este vector y un recurso estratégico para comprender su adaptación a nuevos ambientes y patógenos. Para los especialistas, estos avances resultan esenciales en el diseño de herramientas de control más efectivas.
La creciente presencia de mutaciones asociadas a resistencia, impulsada en parte por la movilidad humana y la conectividad global, subraya la necesidad de reforzar estrategias integradas de vigilancia y manejo vectorial. En un escenario de expansión del dengue en América Latina, el aporte científico del equipo argentino adquiere relevancia estratégica para la salud pública regional.