La resistencia a los antimicrobianos (RAM) continúa expandiéndose como una de las principales amenazas sanitarias globales. En el sector veterinario, los datos recientes reflejan una tendencia preocupante: cada vez se detectan más bacterias multirresistentes en animales de compañía, en animales de producción y en entornos agropecuarios. Este incremento no solo complica los tratamientos clínicos habituales, sino que también afecta la salud pública y la seguridad alimentaria.
En este contexto, la Semana Mundial de Concientización sobre la RAM -que se celebra del 18 al 24 de noviembre- renueva el llamado a la acción, subrayando el papel decisivo de los veterinarios en el uso responsable de antibióticos. La consigna central es clara: la eficacia de los antimicrobianos depende de cómo se utilicen hoy.
Prescribir mejor para preservar más
Uno de los ejes de la campaña internacional es promover decisiones terapéuticas basadas en evidencia. Para la práctica veterinaria, esto implica:
- Priorizar el diagnóstico preciso mediante pruebas de laboratorio, cultivos y estudios de sensibilidad cuando la situación clínica lo permita.
- Reducir el uso empírico, especialmente en enfermedades autolimitantes o en cuadros donde la etiología viral es la causa más probable.
- Seleccionar antimicrobianos de acuerdo con los resultados de antibiogramas, la farmacocinética y la farmacodinamia en la especie objetivo.
- Revisar la duración de los tratamientos y evitar la administración prolongada sin justificación clínica.
La prescripción responsable no solo mejora los resultados individuales, sino que disminuye la presión selectiva que favorece la aparición de cepas resistentes.
Prevención: la herramienta más eficaz
La evidencia internacional coincide en que la prevención es la estrategia más costo-efectiva para reducir la necesidad de antimicrobianos. Para los veterinarios que trabajan con animales de producción, las medidas incluyen:
- Programas de vacunación adecuados para cada sistema productivo.
- Planes de bioseguridad que contemplen higiene, control de ingresos, manejo de residuos y protocolos sanitarios.
- Bienestar animal como pilar: animales menos estresados son menos susceptibles a enfermedades.
- Uso racional de antibióticos: evitar la metafilaxis rutinaria y la profilaxis indiscriminada.
En pequeños animales, la educación a los tutores es clave. Explicar cuándo un antibiótico no es necesario, insistir en completar los tratamientos indicados y desalentar la automedicación son acciones centrales en la lucha contra la RAM.
Una Salud: un enfoque que se volvió imprescindible
La RAM no reconoce fronteras entre especies ni entre ambientes. La presencia de genes de resistencia en bacterias aisladas de animales, humanos y efluentes agropecuarios demuestra que la problemática debe abordarse desde el concepto Una Salud. Bajo este enfoque, los veterinarios pasan a ser actores esenciales en la articulación entre salud animal, salud humana y salud ambiental.
La Semana Mundial de Concientización sobre la RAM refuerza esta mirada integradora: sin coordinación entre sectores, la resistencia seguirá avanzando más rápido que el desarrollo de nuevos fármacos.
Cada decisión importa
La campaña global insiste en un mensaje que resume la urgencia del problema: cada tratamiento cuenta. Desde la consulta diaria en una clínica de pequeños animales hasta el diseño sanitario de un establecimiento productivo, cada intervención veterinaria puede contribuir a frenar -o acelerar- la resistencia antimicrobiana.
Este año, la invitación es a reflexionar sobre las prácticas, actualizar protocolos y fortalecer la prevención.
El compromiso individual de cada profesional es parte de la solución colectiva.
En la lucha contra la RAM, los veterinarios no solo tratan pacientes: protegen el futuro de los antimicrobianos.