Desde el INTA Esquel, un equipo de especialistas en manejo ovino promueve un enfoque integral que combina conocimientos de etología, selección de perros de trabajo y principios de bienestar animal.
Entre las principales recomendaciones, destacan asegurar el acceso constante a alimento, agua y refugio, realizar controles sanitarios -vacunaciones, desparasitaciones y revisiones periódicas-, y rotar pasturas para prevenir el sobrepastoreo y la degradación del suelo. Estas acciones no solo favorecen la salud de los animales, sino también la sostenibilidad del sistema productivo.
Un pilar de este manejo es el uso de perros de arreo entrenados, una práctica tradicional que, aplicada con criterios técnicos, mejora la eficiencia del trabajo y reduce el estrés en la majada. En este sentido, Martín Villa, técnico especializado del INTA Esquel, explicó que se realizan capacitaciones dirigidas a personal de campo y estudiantes: “Compartimos conocimientos sobre el uso adecuado de perros de trabajo, su entrenamiento y el vínculo humano-animal como base del manejo respetuoso y eficiente”.
El trabajo conjunto entre persona y perro requiere entender cómo reaccionan las ovejas ante estímulos visuales, auditivos y de presión, reconocer sus zonas de fuga y puntos de balance, y ubicar al perro correctamente en cada contexto -ya sea en campo abierto, corrales o mangas-. “Trabajamos en equipo. El perro tiene que saber qué hacer, y nosotros debemos saber cómo indicárselo y cuándo intervenir”, agregó Villa.
No todos los perros son aptos para el arreo. Villa resaltó la necesidad de seleccionar animales con genética de trabajo, como el Border Collie, el Kelpie australiano y el Pastor Barbucho Patagónico, raza recientemente reconocida por el Kennel Club Argentino. “El perro debe tener instinto y predisposición. A eso se suma el entrenamiento, que no es castigo, sino enseñanza y práctica”, detalló el especialista.
Como parte de esta línea de trabajo, Villa elaboró la “Guía de manejo ovino: su comportamiento y aplicación al trabajo con perros de arreo”, una publicación técnica que reúne conceptos sobre comportamiento ovino, técnicas de manejo y estrategias para optimizar la comunicación entre humano y perro.
Entre las pautas que propone la guía figuran: conocer las particularidades sensoriales y de comportamiento de las ovejas, elegir perros con genética e instinto de arreo, aplicar técnicas de entrenamiento basadas en la paciencia y la consistencia, utilizar herramientas de comunicación -como silbatos y posturas corporales-, y evitar el castigo, privilegiando el refuerzo positivo.
Finalmente, el bienestar del perro de trabajo también es central: su salud, descanso y alimentación son condiciones indispensables para lograr un manejo ovino eficiente, respetuoso y sostenible.
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