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sábado 08 de noviembre de 2025 - Edición Nº2445
Vet Market » Marketing y negocios » 1 nov 2025

Gestión veterinaria

Hoy no alcanza con ser reactivo y proactivo, también hay que ser predictivo

En un sector veterinario cada vez más competitivo y dinámico, la excelencia ya no se limita a la respuesta rápida o la prevención. Los líderes de hoy necesitan ir un paso más allá, adoptando una gestión predictiva que les permita anticipar las necesidades de pacientes y clientes, optimizar su práctica y asegurar un crecimiento sostenible en el tiempo.


Durante años, la gestión en medicina veterinaria se basó en la reactividad: responder a los problemas a medida que aparecían. Un ejemplo típico es atender una oleada inesperada de casos de moquillo en determinada temporada. Este enfoque, aunque indispensable en situaciones de emergencia, limita el crecimiento y no garantiza estabilidad.

El paso siguiente fue la proactividad: planificar, prevenir y adelantarse a los problemas. Así, un veterinario no solo trata enfermedades cardíacas, sino que desarrolla programas de control de peso y nutrición en pacientes con predisposición, generando valor preventivo y fidelizando clientes. La proactividad eleva la calidad de la atención y mejora la gestión, pero en el contexto actual ya no resulta suficiente.

La gestión predictiva no solo prevé, sino que pronostica. Se basa en el análisis inteligente de datos para responder a la pregunta clave: “¿qué pasará después?”.

Un consultorio predictivo no se limita a ofrecer chequeos preventivos. Analiza variables como raza, edad, historial clínico y ubicación de los pacientes, y las cruza con tendencias externas. Con esa información, el equipo puede anticiparse: capacitarse en nuevas técnicas, invertir en equipamiento, lanzar campañas educativas y ofrecer servicios personalizados.

La gestión predictiva también impacta en la administración del negocio. Pensemos en el manejo del inventario:

- Reactivo: reponer medicamentos cuando se agotan.

- Proactivo: establecer pedidos periódicos para no quedarse sin stock.

- Predictivo: analizar datos históricos de ventas y estacionalidad para ajustar los pedidos con precisión, evitando tanto el exceso como la escasez de insumos.

 

Cómo convertirse en un líder predictivo

La transición hacia la gestión predictiva exige un cambio cultural y estratégico en la clínica:

- Recopilar y analizar datos: un sistema de gestión clínica robusto es clave, pero no alcanza con almacenar información: hay que interpretarla y convertirla en decisiones.

- Observar tendencias externas: cambios demográficos, factores ambientales y avances tecnológicos deben incorporarse a la estrategia.

- Invertir en tecnología: desde software especializado hasta herramientas de inteligencia artificial, la digitalización es el soporte de la gestión predictiva.

- Fomentar una cultura de anticipación: todo el equipo debe alinearse con esta visión, entrenándose para pensar en escenarios futuros y en cómo prepararse para ellos.

La medicina veterinaria del futuro no se construye solo respondiendo ni previniendo, sino anticipando con inteligencia. Los líderes que adopten esta mentalidad predictiva estarán mejor preparados para brindar un servicio de excelencia, fortalecer la relación con sus clientes y consolidar prácticas veterinarias sostenibles en el tiempo.

 

 


 

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