Un mensaje de alerta emerge desde las profundidades del océano: la crisis ambiental ya no es un problema lejano ni invisible. De acuerdo con el balance presentado por la Fundación Mundo Marino, sólo en la primera mitad de 2025 se debió asistir a 222 animales marinos en la costa argentina.
Entre los casos registrados se encuentran lobos marinos, tortugas y aves que llegaron a las playas con signos de heridas, atrapados en desechos plásticos o en estado de desnutrición. Estas situaciones reflejan las consecuencias directas de la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático sobre los ecosistemas marinos.
“El mar está hablando, y lo hace a través del sufrimiento de su fauna”, señalan desde la organización, que desde hace más de cuatro décadas trabaja en la rehabilitación y rescate de la fauna silvestre.

La acumulación de basura —particularmente plásticos de un solo uso— representa uno de los principales factores de riesgo. Bolsas, redes y sogas terminan convirtiéndose en trampas mortales para tortugas y lobos marinos. A ello se suma la reducción de alimentos disponibles debido a la alteración de cadenas tróficas, lo que explica la cantidad de animales desnutridos encontrados en los últimos meses.
El llamado es urgente: reducir el consumo de plásticos, fortalecer los programas de reciclaje, regular la pesca y proteger las áreas marinas son medidas clave para revertir esta tendencia.
La Fundación Mundo Marino advierte que la cifra de 222 animales asistidos en apenas seis meses es apenas la punta del iceberg. Lo que ocurre en la superficie es un reflejo de una problemática mucho más profunda que compromete el equilibrio del océano y, en consecuencia, nuestra propia supervivencia.