Bizcochito, Lisa, Nena y Facena, cuatro monos carayá (Alouatta caraya), que ejemplifican los riesgos de la intervención humana en el comportamiento de los animales silvestres, fueron liberados en la provincia de Corrientes por el Centro de Conservación Aguará.

Las historias de Nena y Facena que se asemejan son un claro ejemplo de los riesgos de la intervención humana en la vida de los animales silvestres. Ambas monas eran alimentadas por personas, lo que les hizo perder el miedo a los humanos y su capacidad de buscar su propio alimento.
En el caso de Nena, sufrió una herida grave en su mandíbula debido a la violencia de un vecino cuando buscaba alimento en una vivienda particular. Facena, por su parte, fue separada de su familia después de ser alimentada por docentes y alumnos de la Universidad Nacional del Nordeste, lo que llevó a su impronta.

Estos casos nos recuerdan que alimentar a la fauna silvestre puede tener consecuencias negativas para su bienestar, exponiéndolos a ataques de perros, atropellamientos, maltrato y principalmente una mala alimentación.
"Es fundamental recordar que los animales silvestres son capaces de buscar su propia comida, refugio y agua. Mientras menos intervengamos en su vida natural, más ayudamos a conservarla", recuerda el Centro de Conservación Aguará.
Después de cumplir con las altas clínicas veterinarias y comportamentales correspondientes, la "Tropa Angirú" volvió a su hábitat natural.
La rehabilitación fue posible gracias al trabajo conjunto de los equipos técnicos y voluntarios del Centro de Conservación Aguará, quienes se esforzaron por devolver a estos animales su libertad.
"Nos enorgullece concretar otro caso de rescate, rehabilitación y liberación de una nueva familia de monos carayá, Monumento Natural de la provincia de Corrientes", señaló el Centro de Conservación Aguará.