Monitoreo acústico pasivo de anfibios
Monitorean en el Iberá las poblaciones y distribución de ranas y sapos
Con monitoreo acústico pasivo, una metodología no invasiva que minimiza el estrés animal, investigadores de la UNNE evaluaron la riqueza de especies de anfibios en los Esteros del Iberá, en el nordeste argentino. El estudio posibilitó registrar en un área relativamente pequeña dentro de la reserva unas 22 especies, lo que representa el 55 % de todas las reportadas para esa región.
En un contexto de alarma global por el acelerado declive de los anfibios -con un 41% de las especies en peligro de extinción, según la UICN (2025)-, un equipo científico argentino ha dado un paso clave para monitorear a estos sensibles indicadores ambientales.
Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y del CECOAL (CONICET-UNNE) implementaron con éxito un sistema de monitoreo acústico pasivo en el Núcleo Carambola del Parque Nacional Iberá, revelando información inédita sobre la presencia, abundancia y comportamiento reproductivo de ranas y sapos.
Foto: Medios UNNE
El estudio, liderado por el becario Daniel Espínola Ocampo y dirigido por los doctores Víctor Hugo Zaracho y Marta Inés Duré Pitteri, utilizó grabadores automáticos colocados frente a lagunas del humedal, que registraron más de 24.000 grabaciones entre abril de 2024 y abril de 2025. Mediante el análisis de 4.500 registros con software especializado, se identificaron 22 especies de anuros —el 55% de las conocidas para los Esteros del Iberá—, incluyendo algunas cuya presencia en la región era hasta ahora incierta.
El monitoreo permitió distinguir patrones de vocalización anuales (continuos y estacionales) y diarios, mostrando que la mayoría de las especies vocalizan de noche, mientras que otras extienden su canto durante el día. Además, las épocas cálidas y lluviosas concentraron la mayor riqueza de especies.
Los investigadores destacan que esta metodología no invasiva minimiza el estrés animal y puede ser replicada para otros grupos de fauna. Además, todas las grabaciones fueron archivadas en la Fonoteca Zoológica de la UNNE, aportando un valioso banco de sonidos del ecosistema para futuras investigaciones, educación ambiental y estrategias de conservación.
El trabajo fue distinguido con el Premio al Mejor Trabajo de Pregrado en Ciencias Naturales y Exactas en la Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la UNNE, y se proyecta como herramienta central para monitorear la salud ecológica de humedales afectados por el cambio climático y los incendios, como el Iberá.
(Con información de Medios UNNE)