En Argentina, el Día del Veterinario celebra a quienes dedican su vida al cuidado animal. Pero dentro de este campo, existe una especialidad tan esencial como poco visibilizada: la veterinaria de fauna silvestre. En Fundación Temaikèn, este rol es clave en la misión de conservar la biodiversidad, a través del rescate, rehabilitación y reinserción de animales afectados por el comercio ilegal de especies silvestres, los catástrofes naturales o la pérdida de hábitat.
Natalia Demergassi, veterinaria y responsable de Manejo y Ciencia Animal en Fundación Temaikèn, acerca de una de las experiencias más desafiantes de su carrera -el rescate de un ciervo de los pantanos, el cérvido autóctono más grande de Sudamérica- relata: "Era un macho con las pezuñas quemadas por los incendios de Corrientes en el verano de 2022, que había quedado atrapado en un tanque australiano. Fue un operativo conjunto con el Centro de Rescate Aguará y el Ecoparque de Buenos Aires. Llevó 19 horas de trabajo continuo, desde la planificación hasta la atención médica y traslocación. Fue un hito: un esfuerzo colectivo de muchas personas que no se conocían, pero compartían el objetivo común de salvar a ese animal".

Este caso refleja la complejidad y el alcance del trabajo veterinario en conservación. Desde controles clínicos, diagnósticos, anestesias en campo, hasta la colaboración con equipos interdisciplinarios para evaluar si un animal puede regresar a su ambiente natural.
"Muchos de los animales que llegan al Centro de Recuperación de Especies (CRET), fueron víctimas del tráfico de fauna o sufrieron accidentes provocados por la modificación del entorno. Evaluamos su estado sanitario, físico y comportamental, para determinar si pueden ser reinsertados", explica Demergassi.
Acerca de un fenómeno cada vez más frecuente, la presencia de animales silvestres en áreas urbanizadas, la profesional señaló: "La clave ante esta nueva realidad, es promover acciones sostenibles para una convivencia armoniosa entre las personas y la vida silvestre".
En este nuevo escenario, el rol del veterinario de fauna silvestre se vuelve clave no sólo como agente de salud pública, sino también para monitorear problemáticas ambientales. Las enfermedades que traen los animales rescatados muchas veces hablan de desequilibrios en los ecosistemas.
"Necesitamos más profesionales formados y trabajando con la fauna silvestre y la conservación de los ecosistemas. La veterinaria puede ser una herramienta para cuidar la salud, pero también para restaurar ambientes. En un contexto crítico, nuestro trabajo es una carrera contra el tiempo", concluyó Natalia Demergassi.
