Un macabro hallazgo conmocionó a la localidad bonaerense de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, luego de que las autoridades descubrieran gran cantidad de perros y gatos hacinados y en mal estado de salud en el interior de una casa. También encontraron cadáveres de perros y gatos embalsamados y mutilados.

El allanamiento, llevado a cabo el pasado sábado en una casa particular de la calle Conesa al 200, casi esquina Bolivar (a unas pocas cuadras del lado sur de la estación de Ramos Mejía), fue ordenado por la fiscal Alejandra Lucía Núñez, titular de la UFI Nº8 del Departamento Judicial de La Matanza.

El descubrimiento ocurrió gracias a la denuncia de un vecino y de organizaciones protectoras de animales, quienes alertaron sobre las condiciones en las que vivían más de un centenar de perros y gatos en el lugar.

Los animales con vida fueron rescatados y trasladados a refugios, mientras que el propietario de la vivienda, identificado como Carlos Gabriel Caimo, fue acusado de maltrato animal. Sin embargo, el hombre quedó en libertad tras ser demorado.

Del rescate participaron también voluntarios de las ONG Fauna Urbano, Resguardando Almas y El Campito.

Según señalaron quienes ingresaron a la propiedad, los animales que estaban aún vivos se alimentaban de los cadáveres que los rodeaban. El hallazgo generó indignación entre los vecinos y las organizaciones que participaron en el operativo, quienes compartieron imágenes y videos de la escena a través de redes sociales.

Al momento del operativo, Caimo aseguró que para él “los animales estaban en buen estado” y los consideraba “sus hijos”.