Una nueva investigación del Royal Veterinary College (RVC) identificó 112 genes asociados a mayor riesgo de fractura en caballos pura sangre.
Las fracturas óseas son comunes en los caballos pura sangre de carrera debido a las fuerzas que pueden experimentar los huesos. Sin embargo, son una afección compleja, en la que tanto factores de riesgo ambientales como genéticos afectan la susceptibilidad de un caballo.
Para la investigación se utilizó una escala de riesgo poligénico para el riesgo de fracturas con el fin de establecer un nuevo modelo con células madre para generar células formadoras de hueso a partir de caballos con alto y bajo riesgo.
El equipo midió todos los genes expresados por las células para identificar aquellos con diferentes niveles de expresión en las células óseas de los caballos con mayor y menor riesgo.
Este estudio forma parte de una serie de investigaciones que exploran los mecanismos genéticos que subyacen al riesgo de fractura.
Un estudio anterior descubrió que el colágeno tipo III, un gen necesario para la formación normal de los huesos, se expresa en niveles más bajos en las células óseas de caballos con un alto riesgo genético de fractura. Esto se debe a que presentan un cambio en la secuencia de ADN en la región que controla la cantidad de colágeno III que se produce.
La Dra. Debbie Guest, investigadora principal del RVC, afirmó "Las fracturas óseas son un problema común en los caballos de carreras pura sangre, a pesar de los muchos cambios que se han hecho en los hipódromos a lo largo de los años para reducir los factores de riesgo ambientales. Sabemos que el riesgo de fractura tiene un componente genético y hemos desarrollado previamente una puntuación de riesgo poligénico para fracturas que nos permite identificar a los caballos con mayor riesgo".
"En este estudio, hemos identificado muchos genes nuevos que han alterado su expresión en las células óseas de caballos de alto riesgo. Sabemos que algunos de estos genes desempeñan un papel en la regulación de la matriz ósea. Ahora podemos empezar a comprender mejor cómo se altera el tejido óseo en caballos de alto riesgo y desarrollar nuevas intervenciones para reducir su riesgo", agregó Guest.