Vínculo humano-animal
El proceso del duelo tras la muerte de una mascota es similar al de un ser querido humano
La pérdida de un animal de compañía es un evento profundamente doloroso para muchas personas. A menudo, se subestima el impacto emocional que puede tener, pero la ciencia ha comenzado a desentrañar los procesos que ocurren en nuestro cerebro y cuerpo durante el duelo.
La, cada vez más profunda, conexión que las personas tenemos con los animales de compañía nos lleva a ver con otros ojos y desde otra mirada el impacto emocional que tiene la pérdida de aquellos que consideramos parte de nuestra familia.
El proceso de duelo tras la pérdida de un animal de compañía es comparable a la de un ser querido humano. Y es que, recuperarse de la desaparición de un ser querido implica pasar por una serie de procesos naturales que, actualmente, se dividen en cuatro categorías, cada una de ellas, con su correspondiente sintomatología: sentimientos y emociones, sensaciones físicas, cogniciones y conductas.
Cuadro publicado en el artículo "Del duelo por la pérdida a la complejidad de la toma decisiones: la eutanasia" (www.catedraanimalesysociedad.org)
"Lo que es importante tener en cuenta es que ni todos pasaremos por el proceso de duelo de la misma manera, ni con la misma intensidad ni, por descontado, pasamos por esas etapas de manera secuencial. Se trata de un proceso doloroso y natural, en el que deberemos ir reajustando nuestra vida para adecuarla a una nueva en la que ese ser querido ha dejado de estar presente", señala Rosa Cirac Sanz, Psicóloga. Máster en Investigación en Psicología (Especialidad Psicología Positiva y Funcionamiento Humano Óptimo). Postgrado en Antrozoología. Miembro del Equipo Directivo y del Equipo de Comunicaciones de la “International Network for Management of Animal Bites – INMAB”, en el artículo "Del duelo por la pérdida a la complejidad de la toma decisiones: la eutanasia" .
Un estudio reciente realizado con personas de entre 60 y 70 años, evidenció que un 47% de los encuestados empeoraban a nivel de salud emocional y un 38,1% aseguraban haber disminuido su actividad física tras el fallecimiento de sus animales de compañía.
Científicos del Departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu de Japón, han demostrado que la responsable del cariño o amor que las personas sienten por sus animales de compañía tiene que ver con la oxitocina. Esta hormona ha creado una conexión tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos.
No caben dudas que el vínculo humano-animal no solo es una relación afectiva, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar físico y psicológico de las personas.