lunes 29 de diciembre de 2025 - Edición Nº2496

Profesión | 11 de abril

Chile

El suicidio de una estudiante movilizó a los Colegios Profesionales de la Salud de Chile

Según sus familiares, la joven se sentía agobiada por el maltrato que sentía como alumna de la carrera de Terapia Ocupacional en la Universidad de Los Andes, en Chile. Su suicidio movilizó a los Colegios Profesionales de la Salud de ese país, incluido el Colegio Médico Veterinario, quienes instaron a reflexionar sobre los impactos en la salud mental de los estudiantes y los profesionales.


El pasado 16 de marzo, Catalina Cayazaya Cors fue encontrada por su madre sin vida en su habitación. Junto a su cuerpo había una nota en la que pedía perdón por no haber podido resistir “tanto dolor”.

Según sus familiares, Carolina se sentía víctima de abuso y maltrato como alumna de la carrera de Terapia Ocupacional en la Universidad de Los Andes (UANDES) en la ciudad de Santiago, Chile (Universidad privada autónoma y católica, cuya fundación está inspirada en la figura de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei).

A raíz de lo sucedió se originó una ola de denuncias y reclamos de justicia por parte de sus compañeros de estudio, familiares y amigos de Carolina. Incluso la Superintendencia de Educación Superior (SES) ofició a la Universidad de Los Andes para que entregue toda la información sobre el caso y dijo que impulsaría cambios en la normativa vigente “para avanzar en la erradicación del maltrato y el acoso en estos establecimientos”.

Los Colegios Profesional de la Salud de Chile, incluido el Colegio Médico Veterinario de Chile (COLMEVET), se hicieron eco de lo sucedido e instaron a reflexionar y prevenir sobre los impactos en la salud mental de los estudiantes y los profesionales. "No sólo es urgente condenar sin titubeos estas prácticas, sino que también es imprescindible intervenir en cualquier forma de trato indigno, asegurando así espacios de formación seguros para los futuros profesionales de los equipos de salud", señaló en una declaración pública conjunta. Al tiempo que ara avanzar en dicha garantía, propone lo siguiente:

1. Las universidades e instituciones de educación superior: Implementar medidas concretas para prevenir y abordar la violencia en las prácticas profesionales. Esto incluye establecer protocolos de actuación claros, ofrecer formación específica tanto para estudiantes como para docentes, establecer mecanismos eficaces de denuncia, sanción y reparación y difundir estos mecanismos a la comunidad académica de la forma más amplia, constante y robusta posible.

2. Los centros de práctica profesional: Promover una cultura de respeto y tolerancia cero hacia cualquier forma de violencia, garantizando el bienestar integral de las y los estudiantes y profesionales en todo momento, debiendo implementar mecanismos claros y seguros de denuncia, investigación, sanción y reparación de las personas afectadas.

3. Los profesionales de la salud: Actuar como agentes activos en la promoción de un trato digno y respetuoso hacia los estudiantes, asegurando su seguridad y bienestar durante su proceso de formación y ejercicio profesional, en el cual el cuidado de los equipos de trabajo debe ser una de las tareas permanentes en los equipos, con el fin de reducir el desgaste profesional, el que muchas veces se manifiesta a través de malos tratos en los espacios laborales que con el tiempo se normalizan y pasan a formar parte de la cultura organizacional. Facilitar la investigación de situaciones de maltrato y acoso denunciadas e implementar las acciones de mejora que pudieran surgir de ellas.

4. La sociedad en general: Tomar conciencia de la gravedad de la violencia en los espacios de formación y desempeño laboral, condenando este tipo de conductas, acogiendo y acompañando a las personas que sufren la violencia con el fin de colaborar activamente a la construcción de una cultura basada en el respeto y el cuidado mutuo.

"Es esencial que las instituciones educativas, los centros de salud y los profesionales del sector asuman un compromiso real con la creación y garantía de ambientes seguros y saludables para la formación de las futuras generaciones. No podemos permitir que hechos lamentables como este se repitan. La salud y el bienestar psicológico de nuestros estudiantes y profesionales son responsabilidad de todos", concluye la declaración pública conjunta de los Colegios Profesionales de la Salud de Chile.

Firman dicha declaración: Colegio Médico Veterinario de Chile A.G.; Colegio de Terapeutas Ocupacionales de Chile A.G; Colegio de Matronas y Matrones de Chile A.G.; Colegio de Fonoaudiólogos de Chile A.G.; Colegio de Nutricionistas de Chile A.G; Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Chile A.G.; Colegio Médico de Chile A.G.; Colegio de Enfermeras de Chile A.G.; Colegio de Kinesiólogos de Chile A.G.; Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile A.G; Colegio de Trabajadores Sociales de Chile A.G.; Colegio de Tecnólogos Médicos A.G.

 


 

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