Ciencia
Investigarán si los lobos que viven en la zona de exclusión de Chernobyl desarrollaron resistencia al cáncer
La hipótesis es que la exposición constante a la radiación ha sido una fuente de selección natural para la población de Chernobyl, centrándose en variantes genéticas en el genoma del lobo asociadas con una mayor resistencia al cáncer.
El 26 de abril de 1986, una explosión en la planta nuclear de Chernobyl, en la antigua ex Unión Soviética, hoy territorio de Ucrania, liberó más de 100.000 libras de material radiactivo al medioambiente.
Muchas personas murieron en ese accidente (se estiman entre 38.000 y 200.000) y el abandono de toda una ciudad llamada Pripyat, que se considera hasta hoy demasiado radiactiva para vivir en ella. Sin embargo, generaciones de lobos grises continúan cazando y reproduciéndose dentro de la zona de exclusión.
El Grupo Campbell-Staton está investigando la hipótesis de que la exposición constante a la radiación ha sido una fuente de selección natural para la población de Chernobyl, centrándose en variantes genéticas en el genoma del lobo asociadas con una mayor resistencia al cáncer.
En estudios preliminares, han identificado regiones genómicas asociadas con la biología del cáncer que, en los lobos de Chernobyl, difieren de las de los lobos encontrados en Bielorrusia o el Parque Nacional de Yellowstone.
Con el paso del tiempo, los científicos se preguntaron si los lobos que han estado viviendo y reproduciéndose allí durante las décadas posteriores al desastre han evolucionado para convertirse en resistentes a la exposición constante a la radiación.
Los investigadores estiman que los lobos de Chernobyl están expuestos a más de 11,28 milirem de radiación cada día durante toda su vida, lo que supone más de seis veces el límite legal de seguridad para un ser humano.
Ahora, utilizando una combinación de genómica, ingeniería genética y genética molecular y de poblaciones, la nueva investigación buscará identificar las variantes protectoras candidatas dentro de estas regiones para probar su efecto sobre la respuesta al cáncer en mamíferos, ya sea inhibiendo la progresión tumoral o promoviendo la respuesta inmune antitumoral.
Algunas de las preguntas que los investigadores tratarán de responder con la nueva investigación:
¿Cómo ha afectado la exposición prolongada a la radiación ionizante a la fisiología y al sistema inmunológico de estos depredadores?
¿La zona de exclusión de Chernobyl actúa como barrera para la dispersión entre las poblaciones de lobos?
¿Ha sido la exposición multigeneracional a la radiación una presión selectiva para la población de Chernobyl?
¿Existe variación genética en la población de la zona de exclusión que pueda permitir una mayor resiliencia a la exposición a la radiación?
¿Es la evolución adaptativa dentro de la zona de exclusión un modelo útil para la terapéutica del cáncer humano?
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