El pasado 25 de enero se inició el incendio en el Parque Nacional Los Alerces que ya ha afectado a más de 2.800 hectáreas de bosque nativo. Lo peor de todo es que se habría iniciado intencionalmente, como lamentablemente viene ocurriendo año tras año en la misma zona.

Desgraciadamente, al día de la fecha el incendio se mantiene activo en todos sus frentes. A su vez, el contexto climático dificulta las tareas de los brigadistas.

"Otra vez los incendios destruyen nuestros ambientes naturales. Desde el 25 de enero el Parque Nacional Los Alerces está en llamas, y ya se quemaron más de 2500 hectáreas. Según se indicó, el incendio fue iniciado intencionalmente, como lamentablemente viene ocurriendo año tras año en la misma zona. Esto afecta gravemente a la biodiversidad, al patrimonio natural y los servicios ecosistémicos asociados", señala la Fundación Vida Silvestre Argentina y agrega que "a pesar del esfuerzo y trabajo de los combatientes y demás personas de apoyo, y de contar con a una dotación de equipos y vehículos terrestres y aéreos, las ráfagas de viento de más de 50 Km /h hacen imposible controlar el incendio. Y el pronóstico es poco alentador: el viento, la temperatura y la baja humedad contribuyen con el avance de las llamas".

Por último, la Fundación Vida Silvestre Argentina señala que la recurrencia de los incendios forestales renueva el pedido de:

- Agilizar las asignaciones presupuestarias vigentes para las tareas de prevención, detección y respuesta temprana ante los incendios.

- Reforzar la lucha contra los efectos negativos del cambio climático, que aumentan el riesgo y la intensidad de los incendios forestales.

- Identificar y sancionar a los responsables de iniciar los fuegos, con las máximas penas dispuestas por la legislación vigente.

- Evitar la flexibilización de la Ley de Quemas, prevista en el proyecto de Ley de Bases y Puntos de partida para la Libertad de los Argentinos.

- Fortalecer el financiamiento de la Ley de Bosques y su correcta implementación.