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Desarrollan metodologías que permiten reemplazar el uso de animales en testeos de productos
El equipo de especialistas del CONICET y la UBA implementan y asesoran a empresas en el uso de metodologías que reemplazan el uso de animales para el testeo de cosméticos, productos de limpieza, fitosanitarios, fármacos y dispositivos médicos.
En el marco de la Plataforma de Ensayos Preclínicos del consorcio EBAL, se puso en marcha en el 2016 el Laboratorio de Métodos Alternativos al uso de Animales (LMA-EBAL), dependiente del CONICET y con sede en el Instituto de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UBA, con el fin de desarrollar alternativas que permitan el reemplazo de animales en ensayos de seguridad solicitados para diferentes productos de uso humano previo a su registro y que hoy son requisito a nivel mundial.
Este año, el LMA-EBAL ganó un subsidio del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación para adquirir equipos y otras herramientas con el fin de fortalecer su capacidad para brindar asesoramiento a empresas biotecnológicas, farmacéuticas, cosméticas y de tecnología médica, entre otras.
“La mayoría de los ensayos que realizamos en el LMA, entre los que se encuentra un modelo de epidermis humana reconstruida (realizados a partir de células madre epiteliales de piel humana obtenidas, por ejemplo, de donantes durante cirugías plásticas) no sólo tienen el gran valor de reemplazar el uso de animales, sino que además mejoran la predicción obteniendo resultados más confiables de los que se obtienen en animales”, destaca Claudia García Bonelli, profesional principal del CONICET y responsable de Calidad de EBAL.
A la izq. reconstrucción in vitro de tejido de piel humana a partir de queratinocitos (células de la piel donadas por pacientes) que se cultivan sobre un sistema de membranas de policarbonato (der.).
Estos ensayos, realizados en tejidos humanos producidos a nivel de laboratorio y a partir de células dérmicas, oculares y de otro tipo, permiten determinar la seguridad para la salud (niveles de irritación, corrosión y fototoxicidad) de productos cosméticos, de limpieza, fitosanitarios, fármacos y dispositivos médicos en desarrollo.
Por otra parte, el laboratorio impulsa el desarrollo de una estrategia integral utilizando métodos alternativos a la experimentación con animales para evaluar irritación y corrosión ocular por exposición a cosméticos, agroquímicos y productos de higiene domiciliaria. También trabaja en la identificación de biomarcadores moleculares tempranos para detectar la reversibilidad del daño ocular en modelos de cultivos de células y órganos, en el desarrollo de un modelo para predecir reversibilidad de daño corneal creando tejidos en el laboratorio a partir de células madre de córnea bovina, en la implantación de metodologías in vitro para evaluar la biocompatibilidad de dispositivos médicos y otros proyectos.
Cabe recordar que la Unión Europea prohibió, en el año 2013, el uso de animales para evaluar cosméticos, ingredientes y otros productos, y desde hace décadas, alienta el desarrollo de metodologías alternativas para lograr el mismo objetivo. Por otra parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y otros organismos también promueven ese tipo de prácticas.
(Con información y foto del CONICET)