Las sequías, la bajante del río Paraná y la mano del hombre han provocado una seguidilla de incendios en uno de los humedales más importantes de Argentina.

Los ambientalistas consideran que los incendios del Delta del Paraná son una “catástrofe ecológica” y parte de las consecuencias la padece la fauna silvestre.

Muchos animales mueren por la acción directa del fuego y por la inhalación del humo. En tanto, otros, cuando intentan huir del fuego terminan siendo atropellados por los vehículos.

La ONG Mundo Aparte de Rosario, que trabaja especialmente en la rehabilitación de animales silvestres para su reinserción en los humedales, advirtió que si bien se desconoce la cantidad de animales muertos por el fuego, "Hay indicadores que marcan claramente la pérdida de la biodiversidad".

Franco Peruggino, integrante de la ONG, señaló que si bien los incendios se producen desde hace décadas, la situación se agrava por la falta de cortafuegos naturales, como los arroyos o lagunas afectados por la sequía histórica.

Para la ONG, el cambio en la fauna es notable y reclamaron que “no hay censos de población silvestre en nuestra región” de manera que consiste en una deuda de las direcciones de Fauna y ministerios de Ambiente.

Si bien, al no existir un censo de fauna silvestre en el Delta del Paraná, no se puede determinar con exactitud cómo se ha afectado su población. Sin embargo, los lugareños consideran que no se observan yacarés o carpinchos (capibaras) con la frecuencia que solían hacerlo antes de los incendios.

“Hay una clara disminución de la cantidad de ejemplares y un riesgo ecosistémico”, advirtió Peruggino.

Carpinchos, coipos, gatos montes y zorros son algunos de los animales de los humedales que pueden llegar a escapar del fuego, pero los réptiles y los anfibios no tienen esa posibilidad. Las aves, que si bien, tienen la capacidad de escapar, en la huida deben abandonar los nidos con los huevos y los pichones.

En lo que va del año se estima que se han incendiados unas 100.000 hectáreas. Mientras los incendios continúan y se trabaja incesantemente para tratar de controlar el fuego, se espera que de una vez por todas se apruebe la Ley de Humedales para proteger los humedales y su biodiversidad.