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sábado 18 de mayo de 2024 - Edición Nº1906
Vet Market » Profesión » 5 may 2022

La columna de Dr. Rubén Hugo Somoza

¿Cuál es tu diagnóstico?

En esta oportunidad se presentan dos casos: el de una perra Bulldog inglés y el de una Dachshund miniatura. Si bien son casos diferentes, tienen alguna similitud.


Ante todo pido perdón por no haber podido publicar ningún caso estas últimas semanas. Debo confesar que los extrañé. 

Los dos casos que se presentan, si bien son diferentes, tienen similitudes.

Tina es un Bulldog inglés de 2 años que siguió al pie de la letra todas las indicaciones y consejos de su veterinario.

Fue servida por inseminación artificial uno y tres días después de la ovulación con semen de un macho que presentó un espermograma excelente.

Ambos ejemplares fueron serológicamente negativos a Brucella canis.

Se diagnosticó preñez a los 21 días de la ovulación y ese mismo día se corroboró que la progesterona en sangre era normal.

Se realizaron todos los controles de progesterona y ecográficos durante la gestación, incluso minutos antes de la cesárea.

Nacieron 10 cachorros en perfecto estado que se criaron perfectamente y se destetaron a los 60 días de la cesárea.

Donna es una Dachshund Miniatura de 10 meses de edad que se sirvió por robo con un ejemplar de la misma raza de 3 años de edad.

Se descubrió la preñez cuando era evidente, cerca de los 45 días de gestación.

Tuvo parto normal, asistido por su propietaria y crío sin inconvenientes a sus 4 cachorros.

Ambas perras tuvieron pérdidas sanguinolentas más allá de las 8 semanas de nacidos sus cachorros.

A las 8 semanas consultaron a sus respectivos médicos veterinarios por que las pérdidas persistían.

Los cachorros de ambas camadas y sus madres estaban aparentemente en perfecto estado. No presentaban ningún síntoma clínico más allá de las pérdidas que no tenían olor, ni eran abundantes, típicas de puerperio.

¿Qué estudios indicaría?

¿Cuál es su diagnóstico presuntivo?

¿Indicaría tratamiento? ¿Cuál?

 

(A continuación la resolución)

 

 

Resolución

A ambas perras se les indicó ecografía y hemograma completo.

Los hemogramas fueron normales en ambos casos.

Las ecografías mostraron leve colecta uterina.

El diagnóstico presuntivo de ambos casos fue Sub involución de los sitios placentarios.

Ambos casos se trataron con oxitocina y antibióticos.

La perra Bulldog recibió además prostaglandinas.

En ambos casos las perdidas continuaron entre 30 y 40 días después de terminado el tratamiento.

En ambos casos se recomendó ovariohisterectomia, a pesar que los propietarios tenían interés reproductivo. Ante esta situación recibí ambos casos para una segunda opinión.

¿Usted qué opina del diagnóstico y del manejo médico?

Por último, mi opinión sobre ambos casos:

INVOLUCIÓN UTERINA NORMAL Y SUBINVOLUCIÓN DE LOS SITIOS PLACENTARIOS (SIPS)

La involución y reparación uterina normal ocurre hasta por 16 semanas en la perra. Los loquios posparto normales son de color rojo ladrillo, no tienen olor y disminuyen durante varios días o semanas.

Subinvolución de sitios placentarios

La persistencia de secreción vulvar serosanguinolenta a hemorrágica más allá de las 16 semanas posteriores al parto puede indicar una subinvolución de uno o más de los sitios de inserción de la placenta (SIPS) en la perra.

En el examen histológico, las células trofoplásticas fetales parecen persistir en el miometrio en lugar de degenerar, falta la trombosis de los vasos endometriales y se previene la involución normal del útero; sin embargo, existen regiones interplacentarias normales. Masas eosinofílicas de colágeno y glándulas endometriales dilatadas sobresalen hacia la luz uterina, rezumando sangre. Se desconoce la causa y, afortunadamente, la pérdida de sangre suele ser mínima, la infección intrauterina no suele estar presente y la fertilidad en el celo subsiguiente no se ve afectada. Dado que el cuadro suele ser leve, generalmente no es necesario el tratamiento y la recuperación es espontánea.

En la situación poco común de que la pérdida de sangre vulvar sea lo suficientemente copiosa como para causar anemia grave, coagulopatías (probablemente defectos en la vía intrínseca o trombocitopenia/trombocitopatías), traumatismo, neoplasia del tracto genitourinario, metritis (pero en general tiene síntomas como fiebre, vómitos, inapetencia, decaimiento, y un recuento alto de glóbulos blancos con desvío a la izquierda, etc.) y pro celo deben descartarse.

La citología vaginal, la vaginoscopia, el hemograma, las pruebas bioquímicas y de coagulación y la ecografía abdominal ayudan en el diagnóstico.

En el caso de un verdadero SIPS en el que hay pérdidas de sangre significativas, también se puede intentar el tratamiento con una preparación de cornezuelo de centeno, pero es poco probable que sea eficaz.

De manera similar, el efecto de las prostaglandinas y/o la oxitocina, a dosis terapéuticas es cuestionable y no está probado en ningún estudio controlado. Si la pérdida de sangre continúa, la laparotomía y la ovariohisterectomía serán necesarias y curativas.

El examen histológico del útero está indicado para confirmar el diagnóstico. Algunos autores sugieren que la administración de oxitocina en el momento del parto tiene un papel preventivo en el desarrollo del SIPS; sin embargo, esto sigue sin probarse.

AUTUMN DAVIDSON Y GARY ENGLAND 

BSAVA MANUAL DE REPRODUCCION Y NEONATOLOGIA FELINA Y CANINA 2da EDICIÓN

CONCLUSION:

La cesárea de la Bulldog fue el 2/3/22 y el parto de la Dachshund el 28/2/22. Recibí las interconsultas la última semana del mes de abril de 2022.

Estamos dentro de los plazos normales de involución uterina.

Si el estado general de la perra es normal, es decir come, toma agua, hace una vida normal y no tiene otro síntoma que una leve pérdida de sangre o flujo serosanguinolento por vulva, no hay ningún tipo de apuro en intervenir médica ni quirúrgicamente.

Es cierto que si no hay interés reproductivo, la ovariohisterectomia es una opción razonable para evitar celos y algunas posibles complicaciones a futuro (hiperplasia glandular quística, endometritis clínica o subclínica o piometra), pero no hay urgencia en realizarla ahora. Mucho más como en estos casos donde si hay interés reproductivo.

Por tranquilidad se puede realizar un hemograma completo y una bioquímica sanguínea de rutina que incluya tiempos de coagulación y repetir los controles ecográficos quincenalmente hasta que las pérdidas desaparezcan, excepto que el cuadro clínico empeore o las pérdidas cambien de aspecto y de olor.

No haría ningún tratamiento médico, en las actuales circunstancias.

Solo esperar y controlar la evolución.

 


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