Conmoción social y política están generando las denuncias realizadas por organizaciones animalistas que afirman que el laboratorio Vivotecnia con sede en Madrid, financiado por la Fundación Parque Científico de Barcelona dependiente de la Universidad de Barcelona, planea sacrificar a 32 cachorros 'beagle', luego de experimentar con ellos.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, publicó en sus redes sociales fotos de la carta que le envió a la consejera de Acción Climática del gobierno catalán. En su mensaje señala “he pedido por carta a la consejera del gobierno de la Generalitat, Teresa Jordá, que evite el sacrificio de 38 cachorros de perro beagle en el estudio farmacológico que está impulsando Vivotecnia por encargo del Parque Científico. Todos recordamos las imágenes horribles del maltrato animal que esta empresa provocó en Madrid”. “Le pedimos a la Generalitat que ejerza sus competencias y proteja los derechos de los animales. Barcelona siempre estará en contra del maltrato animal”.

Por su parte, el Consejo de Abogacía Catalana instó a la Universidad de Barcelona (UB) a rescindir el contrato que la Fundación Parque Científico de Barcelona, ​​dependiendo de la UB, ha adjudicado a Vivotecnia, empresa que está siendo investigada judicialmente a raíz de las supuestas prácticas de maltrato animal cometidos en sus laboratorios. 

El Consejo sostiene que a pesar de esos antecedentes, el pasado mes de noviembre la UB contrató los servicios de Vivotecnia para testar un medicamento en 32 perros de la raza Beagle, que posteriormente prevé sacrificar para la realización de necropsias.

Por ello, el Consejo exige la liberación de los cachorros como medida cautelar y luego sean dados en adopción. Asimismo, reclama a la UB y a los organismos que dependen que se comprometan a implantar métodos alternativos a la experimentación animal.

La Dra. Katy Taylor, directora de asuntos científicos y regulatorios del organismo no gubernamental Cruelty Free Internacional (CFI), según consigna el medio español La Vanguardia, señaló “Esto muestra una vez más el lado oscuro de las pruebas regulatorias de toxicidad en animales. Hemos descubierto una horrenda mezcla de sufrimiento y crueldad en la forma en que los animales son alojados, manipulados y abusados en las pruebas de toxicidad, así como innumerables infracciones de la legislación española y de la Unión Europea”.

CFI accedió a fotos y videos en el laboratorio gracias a un ex empleado arrepentido, hoy tratado como testigo protegido en el proceso judicial. Las imágenes que muestran el trato a los animales son estremecedores.

En su sitio web, que ahora está caído, el laboratorio proclama “Nuestro objetivo es alcanzar los más altos estándares en bienestar animal, no solo desde el punto de vista de nuestra responsabilidad moral sobre ellos, sino también porque estamos convencidos de que no podemos alcanzar la excelencia en la investigación sin un adecuado bienestar animal. Nuestros experimentos con animales siguen el estándar legal y son evaluados por un Comité de Ética en Experimentación Animal que promueve el uso de métodos alternativos, la reducción del número de animales utilizados y el refinamiento en los protocolos experimentales aplicados”.

Por su parte, el rectorado de la UB informó este martes 18 de enero en un comunicado que no está prevista "ninguna actuación en los términos anunciados por los medios", y que la investigación "busca desarrollar curas para enfermedades microbióticas y comporta el estudio histopatológico de los órganos de 32 cachorros de la raza beagle".

El comunicado indica que la entidad no ha empezado la fase de experimentación, sino que tiene previsto hacerlo en marzo, y que ahora elabora el protocolo de trabajo, con la "consiguiente evaluación y validación".

Por último, la carta destaca que la contratación de Vivotecnia cumple "todos los requisitos legales" y que “la práctica con animales es en estos momentos insustituible a efectos de garantizar el progreso científico, especialmente de la biomedicina, la cual permite hacer frente a las múltiples enfermedades que nos afectan”, advierte que es una metodología que se realiza “con la máxima exigencia ética” a fin de reducir el daño en los animales, y asume el compromiso de buscar alternativas para que el progreso científico no recurra a experimentación animal.

El artículo 30 del Real Decreto 53/2013 del sistema jurídico español, que establecen las normas básicas aplicables para la protección de los animales destinados a experimentación, y la directiva 2010/63 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos, coinciden en que al final de cada procedimiento los animales domésticos sometidos a investigación deben ser realojados, dado que es menester evitar la muerte como corolario de los experimentos y favorecer la reintroducción en el entorno familiar.

El dilema ético sobre la experimentación animal es un tema muy controvertido y de permanente debate. Básicamente está relacionado con la contraposición entre quienes lo consideran estrictamente necesario y quienes sostienen que de ninguna manera deben ser implementadas dichas prácticas.