La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea inflamatoria y pruriginosa, con base genética, asociada con frecuencia a la formación de anticuerpos IgE frente a alérgenos ambientales como ácaros o pólenes.

El perro doméstico es una de las pocas especies no humanas que desarrolla esta enfermedad de manera espontánea.

La dermatitis atópica canina (DAC) tiene una muy alta relevancia, con efectos perjudiciales en la calidad de vida del perro, debido al dolor y la incomodidad, llegando a causar problemas de comportamiento y de sueño.

La DAC, está íntimamente ligada a la alergia, pero también un importante componente genético, por lo que hay algunas razas más predispuestas que otras.

Es una de las enfermedades de la piel más comunes en los caninos, con una prevalencia entre el 3-15% de la población general y entre el 3 y el 58% de los caninos con afecciones de la piel (Hillier A, Grif CE. The ACVD task force on canine atopic dermatitis).

El diagnóstico de esta enfermedad es un reto para el médico veterinario ya que puede confundirse con otras dermatopatías, sin embargo, se han establecido una serie de criterios que facilitan este proceso dentro de la clínica veterinaria.

Para concientizar sobre esta enfermedad, cada 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica.