Moira López, es médica veterinaria MP 7016, egresada de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA en el año 1993.

Desde siempre se dedicó a clínica y cirugía en pequeños animales. En un principio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires, pero desde 1997 ejerce la profesión en el Delta tanto de Tigre como de San Fernando.

Ella, mejor que nadie, conoce el caso del cachorro con rabia en el Delta de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, que fue noticia y que conmovió a la comunidad veterinaria y al sistema de salud en general.

Para conocer en detalle cómo sucedieron los hechos que concluyeron con el fallecimiento del animal por causa del virus rábico, Vet Market entrevistó de manera exclusiva a la Dra. Moira López.

 

VM ¿Cómo y cuándo toma contacto por primera vez con el paciente?

El día 7 de junio de 2021 me llama la propietaria de mi paciente Felipe, un labrador de tres meses y medio, para contarme que Felipe estaba muy mal y que ella lo notaba muy grave.

El perrito había sido adoptado por la familia a principios de abril, proveniente de una familia también oriunda del Delta que tiene un macho y una hembra de labradores que cada tanto tienen cría y dan en adopción a los cachorros.

A Felipe lo conocí el 20 de abril. Tenía una sola desparasitación y luego de una revisación exhaustiva procedí a darle su primer vacuna séxtuple.

Quedamos con los propietarios en vernos al mes para su siguiente dosis.

El 31 de mayo volví a verlo porque fui a castrar el gatito de la familia y el perrito estaba con buen estado y creciendo saludable.

 

VM ¿Qué cuadro presentaba Felipe el día que usted fue a visitarlo a su casa?

Cuando acudí al domicilio el día 7 de junio encuentro a Felipe muy decaído, aunque se paró para recibirme moviendo la cola, pero con dificultad para caminar.

Según la propietaria, el decaimiento había comenzado el día jueves 3 de junio.

Presentaba claudicación leve de su MAD. Lo empiezo a revisar y noto dolor en el cuello, columna y patitas. Además movía y sacudía sus orejas de forma exagerada. Los oídos estaban bien, ni siquiera inflamados y completamente limpios.

Cuando apoyé mis manos sobre su cabeza note leves tic's en sus músculos temporales.

Las mucosas estaban normales. Las encías inflamadas en plena erupción de incisivos. La temperatura era de 39.7°C.

No había tenido ni vómitos, ni diarrea. Solo un babeo y falta de apetito.

Realizo tratamiento sintomático y decido el traslado para internarlo bajo mi cuidado y aislarlo sospechando moquillo.

No presentaba ni conjuntivitis ni secreción nasal, ni lesiones en piel o almohadillas plantares. Esa noche come y bebe en forma normal

 

VM ¿Qué sucedió los días siguientes?

El día martes 8 por la mañana le tomo la temperatura y ya estaba normal.

Tenía apetito, comió paté para cachorros, pero se negaba al agua. Ya ese día no podía incorporarse.

Ante síntomas neurológicos evidentes decidí hacer toma de muestras de hisopado de conjuntivas para descartar moquillo, si este daba negativo descartar hepatozoon y otros hemoparasitos y si esto también diera negativo que me hicieran serología toxo. Así que envíe al laboratorio sangre y muestra para serología. En espera de resultados Felipe siguió empeorando.

Comenzó el miércoles 9 de junio con hiperreflexia. Mirada perdida.

No podía tomar agua por sí mismo. Con jeringa apenas tragaba. Sí mordía el paté como en picoteo o movimientos bruscos y erráticos sobre su comedero pero algo ingería.

Por la noche del miércoles empezaron los movimientos como de cazar moscas en el aire que empezaban al menor estímulo como chasquear los dedos, caminar cerca o tocarlo.

Toda la manipulación del perrito comenzó a ser con bozal en su hociquito y obviamente sedado con diazepan dada la gravedad de la signología neurológica.

 

VM ¿Cuáles fueron los resultados del laboratorio y cómo continuó el paciente?

El día 10 de junio recibo los resultados del análisis: moquillo negativo, hepatozoon negativo. Pido seguir con lo que faltaba que era toxo.

 

 

El cachorro fallece el día viernes 11 de junio a la madrugada. Decido preservar su cuerpo.

Tomé contacto con el Dr. Hernández de Zoonosis Tigre y le expliqué la situación y mi gran preocupación.

El Dr. Hernández fue a mi encuentro en la fluvial y le entrego el cuerpito del paciente fallecido.

Él mismo se ocupó de enviarlo a Zoonosis de Avellaneda para comenzar con los estudios.

 

VM ¿Cuándo se confirmó el positivo de rabia?

El día lunes 14 de junio me confirman que era positivo a Rabia.

Al enterarme al principio me preocupe mucho por la salud humana tanto de sus propietarios, cómo de mi familia y la mía.

 

VM ¿Cómo reaccionó la familia con la noticia?

El día que el perrito falleció (viernes 11 de junio) hablé con su propietaria que estaba al tanto de cómo iba la evolución del cuadro de su cachorro y le dije que al quedarme con muchas dudas necesitaba asegurarme que no fuera rabia porque no me gustó lo que había visto en Felipe y que solo un diagnóstico me iba a dar tranquilidad para saber cómo actuar por si estábamos todos en riesgo teniendo en cuenta el caso fatal de rabia humana en Coronel Suárez.

 

VM ¿Cómo se contagió el paciente?

Hasta ahora tenemos muchos interrogantes de cómo se contagió Felipe, ya que en el momento de la consulta no tenía heridas. Tampoco sabemos si fue a través de un murciélago. Estamos aguardando la tipificación del virus en Zoonosis.

 

VM ¿Qué acciones se implementaron desde Zoonosis?

Comenzaron los operativos de vacunación en la zona del arroyo dónde vivía el cachorro.

Sus propietarios y los veterinarios que intervenimos estamos recibiendo el tratamiento antirrábico correspondiente.

 

VM ¿Cómo vivió y vive usted todo este proceso?

Fue un shock y un dolor muy grande tanto dar la noticia del fallecimiento como explicar que acciones seguirían y peor aún saber que había fallecido por Rabia.

Nos estamos conteniendo entre ambas familias todo el tiempo. Nos comunicamos permanentemente para saber cómo estamos pasando el proceso y estamos todos muy contenidos por las áreas de Salud de los Municipios de San Fernando y de Tigre.

 

VM ¿Qué reflexión hace sobre este caso?

Es una situación grave que por suerte no tuvo consecuencias en la salud de personas.

Una de las reflexiones que hago es que es necesario trabajar en forma mancomunada los médicos de humanos y los veterinarios. También en educar a la población y en vacunar como parte de la tenencia responsable.

Tampoco debemos menospreciar los accidentes por mordeduras y que nadie está exento de estos accidentes que pueden tener consecuencias fatales. Del mismo modo, que una muerte sospechosa con síntomas neurológicos a temprana edad del paciente o a cualquier edad, se debe investigar hasta lo último, y que en nuestro diagnóstico presuntivo debemos tener en cuenta esta enfermedad y tomar los recaudos al revisar a nuestros pacientes para no exponernos inútilmente y pasar sustos innecesarios.

Por otra parte, pienso que los veterinarios tendríamos que vacunarnos preventivamente porque estamos muy expuestos y es un riesgo profesional.

 

Nota de Redacción:

Al momento del cierre de la presente nota se aguardaba el resultado de la muestra que fue derivada al ANLIS-Malbrán para su secuenciación.

El día 23 de junio a la tarde se conoció el resultado del estudio de tipificación viral en la muestra de tejido encefálico del caso de rabia del canino del Delta de San Fernando del pasado 14 de junio.

El resultado indica que fue producido por una variante (sin numerar) de murciélago insectívoro cuyo reservorio pertenece a la especie Eptesicus spp.

 

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