Pandemia
¿Cómo ventilar la Clínica Veterinaria para prevenir la transmisión de Covid-19?
Los espacios cerrados son los ámbitos de mayor riesgo de contagio, por lo que es imprescindible ventilarlos con circulación cruzada de aire natural.
La segunda ola de la pandemia llegó y llegó con todo, por eso es necesario agudizar las medidas sanitarias preventivas que se habían relajado un poco en los últimos meses.
Una de las medidas preventivas más importantes es la ventilación de los ambientes cerrados. Según los expertos, si una persona con Covid-19 se encuentra en un lugar cerrado, puede exhalar el virus a través de las gotitas o de los aerosoles, pudiendo permanecer suspendido en el aire durante minutos u horas. El tiempo de duración dependerá de numerosos factores, que incluyen la carga viral, la alteración del aire y las superficies, la ventilación, la temperatura y la humedad, entre otros.
Se sabe que la transmisión de la Covid-19, así como el resto de las enfermedades respiratorias, se transmite principalmente por aerosoles, tal como se conoce a las partículas que se emiten al respirar, toser o hablar.
Por esta vía, las personas pueden ser infectadas de una forma muy eficiente y las cargas virales directamente conducidas a la zona baja de los pulmones o aparato respiratorio debido a su pequeñísimo tamaño.
Para minimizar los riesgos de contagio en ambientes cerrados es imprescindible permitir el recambio de aire mediante la abertura de puertas y ventanas de modo de que se produzca una circulación cruzada del aire.
Forma correcta de ventilación natural cruzada
Abrir puertas y ventanas de manera continua permite generar un flujo de aire permanente, sin que se acumulen aerosoles, por lo que es mejor que una apertura intermitente como por ejemplo abrir cinco minutos cada hora.
La clave es esencialmente optar por una ventilación natural para aumentar la renovación de aire interior abriendo puertas y ventanas para provocar un flujo de aire cruzado, continuo y distribuido.
Que sea cruzado se logra abriendo las ventanas en lados opuestos de la habitación, continuo permitiendo que el aire se renueve siempre y que no se acumula aire respirado y distribuido garantizando que no se acumula aire sin renovar en ningún lugar del ambiente.