Plan de Derivación
Comenzó el operativo para trasladar a los 4 elefantes del ex zoo de Mendoza
Ya están en Mendoza las dos entrenadoras llegadas desde los Estados Unidos y los contenedores para trasladar a los elefantes desde el actual Ecoparque de Mendoza al Santuario de Elefantes Brasil en Mato Grosso.
En el marco del Plan de Derivación de Animales de la Dirección Ecoparque Mendoza, y en cumplimiento con lo estipulado por la Ley Provincial 8945, comenzaron los preparativos para mudar a los cuatro elefantes del ex zoo de Mendoza al Santuario de Elefantes en Brasil.
Como parte inicial de los preparativos llegaron a Mendoza dos entrenadoras desde los Estados Unidos y los contenedores en los cuales serán trasladados en una primera instancia dos elefantes: Pocha de 56 años y su hija Guillermina de 23. Posteriormente trasladarán a los otros dos elefantes: Tamy de 50 años y Kenya de 39.
La directora del Ecoparque, Mariana Caram, explicó “Tanto los entrenadores especializados como los cuidadores nos están ayudando a darles pautas a los elefantes del Ecoparque. Utilizando métodos de refuerzos positivos, se le indica al animal cuál es la conducta que necesitamos de ellos para poder lograr un objetivo, como por ejemplo que nos permitan tomarles muestras de sangre, realizar otros estudios médicos e irlos acostumbrando a nuevos manejos para que se animen a ingresar solos a los contenedores que utilizaremos para su traslado”.
“Esta semana, Pocha y Guillermina comenzarán la cuarentena. Durante aproximadamente 30 días recibirán controles especiales y test médicos y sanitarios acordados entre la autoridad sanitaria de Brasil, Ibama, y la de Argentina, Senasa”, agregó la directora.
Los animales deben finalizar satisfactoriamente el período de cuarentena a finales de abril. Una vez completada esta fase, la siguiente será la derivación, que se realizará por tierra hacia el santuario brasileño.
Las cajas de traslado han sido diseñadas y construidas especialmente con características y materiales para el transporte de elefantes en cumplimiento con las reglamentaciones internacionales. Tiene un peso aproximado de 5 toneladas y sus medidas son 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura, lo que permitirá a Pocha y Guillermina viajar de manera cómoda y segura. Cuentan con una cámara para poder monitorear al elefante y evaluar su estado minuto a minuto. Asimismo, posee bandas de soporte para poder sostener al animal en caso de que desee descansar durante el traslado.
Durante el período de cuarentena, Pocha y Guillermina continuarán el entrenamiento positivo para conocer y tomar confianza con las cajas, fundamental para sentirse seguras dentro de ellas durante el viaje.
Las autoridades del Ecoparque destacan el sólido apoyo técnico que a lo largo de estos años han prestado la Fundación Franz Weber (FFW) y el santuario para hacer un seguimiento exhaustivo de la situación de los animales, tanto en lo que respecta a su bienestar integral como a su salud física, para prepararlos para su adaptación óptima al nuevo espacio.
Un trabajo a conciencia con los elefantes
Las condiciones de cautividad en las que han crecido y se han desarrollado los elefantes en el exzoológico de Mendoza distan ampliamente de los requerimientos mínimos que garantizarían una base de bienestar para ellos. La falta de espacio para Pocha y Guillermina; la falta de congéneres para Kenya y Tamy son devastadoras para estos seres. No tan solo se trata de una cuestión de dimensiones espaciales sino del clima impropio de Mendoza para las especies involucradas, que en invierno sufren las bajas temperaturas a pesar de los sistemas de calefacción que se han habilitado especialmente para ellos.
La bibliografía científica advierte firmemente sobre las vulnerabilidades en general que propicia el cautiverio en los elefantes, que padecen enfermedades físicas y psicológicas que no se observan en el ambiente salvaje. A pesar de recibir atención veterinaria, los elefantes en cautiverio sufren ampliamente la falta de libertad, movimiento, interacción con congéneres, lo que los hace más propensos a desarrollar obesidad, artritis, problemas en las patas y trastornos reproductivos y psicológicos. Además, pueden desarrollar una variedad de comportamientos anormales, como balanceo estereotípico.
Conociendo esta realidad, la Dirección Ecoparque Mendoza se ha ocupado en los últimos cuatro años de evaluar la mejor alternativa para ofrecerles a estos animales condiciones de vida óptimas en un nuevo destino y, al mismo tiempo, mejorar su calidad de vida en el predio todo lo posible hasta tanto se produzca su derivación.
En marzo de 2017, la FFW posibilitó la visita de Scott Blais al Ecoparque de Mendoza para diagramar las tareas in situ necesarias en el acondicionamiento de los animales para el traslado al Santuario. En diciembre de 2017, también FFW facilitó la llegada a Mendoza del veterinario y especialista en cuidado de elefantes asiáticos, Dr. Rinku Gohain, junto a Katherine Blais, con el objeto de hacer una evaluación médica general, comportamental y de bienestar de los cuatro elefantes.
Por otro lado, se entrenó a Kenya para poder acceder a una herida crónica en su colmillo, y limpiar y tratarla sistemáticamente con medicamentos. Para ello, el Ecoparque Mendoza, y por recomendación del santuario, contrató a los cuidadores de Bioparque La Plata especializados en condicionamiento operante con refuerzo positivo. Gabriel Gómez y Andrés Defeis, durante tres semanas de agosto de 2018, trabajaron con Kenya y capacitaron a los cuidadores del Ecoparque Mendoza para asistir en el procedimiento médico. El resultado fue completamente exitoso y, desde ese momento, Kenya recibe tratamiento para mantener su problema crónico en el colmillo bajo control.
En setiembre y octubre de 2018, el Ecoparque Mendoza solicitó los servicios de la especialista en el cuidado de elefantes del Zoológico de San Diego (EEUU), Karissa Reinbold, quien trabajó en conjunto con los cuidadores locales de los elefantes durante seis semanas en el condicionamiento operante con refuerzo positivo de los elefantes. Durante esta visita, el Ecoparque convocó nuevamente al cuidador Gabriel Gómez para colaborar con la especialista, dada la complejidad de los trabajos a realizar. El objetivo fue preparar a los animales para que respondan a los requerimientos médicos y de manejo para el traslado al santuario.
En octubre y noviembre de 2019, la especialista Karissa Reinbold permaneció en Mendoza un mes y medio, conjuntamente con otra especialista estadounidense, René Green, para continuar los entrenamientos, esta vez focalizadas especialmente en Pocha y Guillermina. El objetivo fue contribuir en los entrenamientos finales para su inminente traslado a Brasil. Esta intervención también fue posible gracias al aporte de FFW para solventar los gastos de pasajes, honorarios y estadía de las entrenadoras en nuestra provincia.
Todo el trabajo descrito fue siempre acompañado por los cuidadores de los elefantes del Ecoparque Mendoza, quienes han mostrado una habilidad, un compromiso y un entusiasmo para conocer las nuevas técnicas que fue muy apreciado y agradecido por todos los especialistas. Así, al partir los especialistas, el trabajo con los elefantes continuaba en el predio liderado por sus cuidadores.
El santuario
SEB es una organización sin fines de lucro que ayuda a transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur. Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, EEUU. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.
El santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del gobierno brasileño en 2018. Y recientemente certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.
Se valora positivamente que el santuario es una instalación diseñada para satisfacer las necesidades individuales y específicas de los elefantes que han permanecido cautivos, posibilitando una nueva vida en ambientes naturales y en convivencia con otros congéneres.
También cuenta con:
- un predio con cierre perimetral robusto y divisiones internas construidas adecuadamente para evitar que personas y animales no deseados entren y salgan de las zonas donde se encuentran los elefantes, garantizando la seguridad y la comodidad tanto de los elefantes como de las personas que están a su cargo;
- un clima donde los elefantes pueden estar cómodos al aire libre durante todo el año, excepto en un evento de clima extremo, para los cuales hay sectores de resguardo;
- áreas adecuadamente variadas que aseguran la salud de los elefantes, con estimulación física y mental durante un ciclo de 24 horas, de acuerdo con el ritmo natural indicado por la biología del elefante salvaje;
- un hábitat suficiente que le permite al elefante obtener la mayor parte de su ingesta nutricional a través de la búsqueda natural de alimentos;
- opciones de refugio para elefantes, desde eventos climáticos extremos hasta variaciones climáticas normales;
- instalaciones para individuos y grupos de elefantes especialmente diseñadas que permiten la introducción segura de individuos, la provisión de tratamiento médico y el aislamiento de individuos y grupos con fines de cuarentena;
- seguridad, protección, espacios cómodos, instalaciones y equipo para que los cuidadores alimenten, rieguen y proporcionen tratamiento y capacitación médica específica centrada en los elefantes que pueden ser necesarios para ayudar en su rehabilitación;
- instalaciones seguras para el almacenamiento de suplementos de elefante y equipos de mantenimiento;
- instalaciones seguras para el manejo de registros de animales y otras funciones administrativas asociadas con la operación del santuario;
- acceso para vehículos pesados para propósitos específicos;
- provisión adecuada para especialistas invitados que pudiesen satisfacer cualquier necesidad de los elefantes, evitando todos los conflictos potenciales entre el bienestar del elefante y la seguridad de las personas.
Los elefantes se benefician considerablemente en la nueva ubicación, ya que el área de distribución original de la especie se encuentra en latitudes similares donde se encuentra el SEB. El santuario presenta un bioma apropiado para la especie, posee recintos completamente naturales disponiendo de matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada recinto tiene dimensiones muy amplias (entre 40 y 400 hectáreas cada uno). Allí se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida. En los recintos internos la temperatura está controlada en un valor constante todo el año, y los animales tienen libre acceso a ellos.
(Con información de Prensa Gobierno de Mendoza)
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