El comportamiento cooperativo se encuentra más extendido en el reino animal de lo que se piensa. Las ratas, que son animales muy sociales y viven en grupos, suelen ayudarse unas a otras cuando existe una conducta cooperativa.
Un estudio, recientemente publicado en Proceedings of the Royal Society B, reveló que las ratas utilizan su sentido olfativo para oler la voluntad cooperativa de un conespecífico. Cuando eso sucede se desencadena una respuesta altruista y de ayuda.
La investigación fue realizada por científicos de la Universidad alemana de Gotinga y de la Universidad escocesa de Sant Andrews, quienes centraron sus experimentos en la capacidad olfativa de los roedores. Para ello, utilizaron ejemplares de rata parda (Rattus norvegicus), exponiéndolos a pruebas donde debían tomar decisiones de cooperación.

Los científicos se sorprendieron cuando descubrieron que el olor de una rata que mostraba una conducta cooperativa era suficiente para incitar la colaboración en la otra.
Los autores sugieren que las señales sensoriales, como el olor, pueden ser más importantes que la experiencia para fomentar la cooperación en las ratas.
‟Nuestro estudio muestra que en ratas las señales químicas que se originan en el comportamiento cooperativo de un conespecífico son esenciales y más importantes que las señales conductuales directas para la decisión de realizar un comportamiento de ayuda altruista hacia un conespecífico. Así, en ratas y quizás también en otros animales, la transmisión de información olfativa puede ser crucial para la regulación de tareas cognitivas complejas y exigentes como ayudar a un interlocutor social. El intercambio de información entre los interlocutores sociales es un tema interesante para futuros estudios de los mecanismos implicados en la cooperación recíproca entre animalesʺ, concluyen los investigadores.