La ética profesional orienta los comportamientos de las personas velando por el bien común entre los intereses propios y los de la sociedad a la que el profesional sirve. En virtud de ello, el profesional ocupa una situación social que le confiere deberes y derechos especiales.
Se entiende por ética profesional al conjunto de normas y valores que rigen el accionar de los profesionales y que básicamente son los valores universales que poseen los seres humanos, como la responsabilidad, la honestidad, el respeto, la discreción, entre otros.
Cuando un veterinario quebranta deliberadamente los valores en los que se basa la ética profesional está incumpliendo con su deber.
Obtener un título profesional no es el último paso de la carrera. Es el principio de lo que será la vida profesional.
Todos o casi todos los profesionales veterinarios han elegido su profesión motivados por una profunda vocación de servicio. Seguramente pocos habrán tenido como motivación los aspectos económicos de la profesión.
Esta característica de la profesión veterinaria hace que el aspecto económico no sea el principal objetivo, pero tampoco debe ser considerado algo negativo, aunque lo verdaderamente importante es la salud y el bienestar de los animales, el reconocimiento de los dueños, el de sus propia comunidad y muy especialmente el de sus pares. Los logros económicos no son sinónimo de éxito profesional.
Un profesional veterinario ético es aquel que posee el don de bien y la capacidad moral e intelectual que le permite diferenciar lo correcto de lo incorrecto.
Hay un sentido de la palabra profesión, según el cual los profesionales son aquellas personas que saben hacer bien su labor y dedican la mayor parte de su tiempo a ella, convirtiéndola en su medio de vida. A ello, debe sumársele la necesidad de hacerlo bajo los preceptos de la ética y el compromiso de servicio a la sociedad de la que forman parte.
Por último, siempre desde la ética y desde la razón de ser de la profesión, uno de los desafíos más importantes que tienen los veterinarios es terminar de asumir y transmitir el importante rol que como agentes de salud tienen en la sociedad.