Estrés en tiempos de coronavirus
Los Veterinarios y el Síndrome de Burnout
El aislamiento social obligatorio y las preocupaciones económicas, sumadas a las responsabilidades propias del ejercicio de su profesión, exponen a los veterinarios a sufrir del Síndrome de Burnout o del trabajador quemado.
El Síndrome de Burnout o del trabajador quemado es un tipo de estrés laboral, un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, y está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y pueden hasta llegar a profundas depresiones.
Diversos estudios señalan que el Síndrome de Burnout suele afectar más a las personas jóvenes con poco o sin apoyo familiar, preferentemente las mujeres menores de 35 años.
El síndrome que tiene su origen en el contexto laboral llega a tener repercusiones de índole individual, pero también a las estructuras de las organizacionales comerciales y sociales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace dos años procedió al reconocimiento del Símdrome de burnout o “síndrome de estar quemado” o de “desgaste profesional” como enfermedad, tras la ratificación de la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11).
En el actual contexto de la pandemia, el Síndrome de Burnout es mucho más preocupante aún. La cuarentena aumenta la sensibilidad, la ansiedad y la irritabilidad de todos y los problemas se agudizan por las preocupaciones laborales y económicas.
“En este período tan especial nos enfrentamos a grandes desafíos. Tenemos que intentar comprender que algunos pueden ser solucionados y otros no. En estos escenarios, es importante desestimar las cosas que no podemos cambiar y centrarnos en aquellas que sí podemos modificar”, explicó al sitio el Dossiernet Alexandra Manera, directora de Recursos Humanos del Grupo Adecco Argentina & Uruguay.
La persona que se ve afectada por el síndrome se siente cansada, desmotivada y su productividad se elimina casi por completo.
Estudios realizados en base a la Escala de Burnout, o del profesional quemado, que evalúa el grado de desgaste profesional, llevadas a cabo por Mayo Clinic, una clínica especializada en el Bienestar Médico, observó que los veterinarios, a pesar de trabajar menos horas, tenían tasas más altas de fatiga o agotamiento que los médicos, con puntuaciones de 3,1 en la escala de 7 puntos, frente al 2,24 de los médicos.
El estudio confirmó hallazgos de investigaciones similares en las que los veterinarios tienen 2,7 más probabilidades de pensar en el suicidio que otras profesiones.
A quienes padecen el síndrome de Burnout, los especialistas recomiendan:
- Buscar apoyo social (familia, amigos, compañeros de trabajo).
- Realizar actividades físicas recreativas.
- Modificar la forma de ver el trabajo.
- Tener una dieta saludable.
- Reevaluar las prioridades.
- Dormir las horas necesarias.
- Si los problemas persisten buscar apoyo profesional.