Estudio
El 50% de los perros machos no castrados pueden tener problemas de próstata
Un estudio determinó que aproximadamente el 50% de los perros machos que no han sido castrados experimentan cambios en la próstata relacionados con la edad cuando tienen 4 años.
Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad del Estado de Oklahoma, han realizado un estudio sobre problemas de próstata y concluyeron en que aproximadamente el 50 por ciento de los perros machos no castrados experimentan cambios prostáticos relacionados con la edad cuando tienen 4 años.
Los especialistas señalan que los signos clínicos generales de que existe una enfermedad en la próstata incluyen: orina teñida de sangre, cambios en la micción como aumento de la frecuencia, esfuerzo, flujo interrumpido de orina o sangre, y estreñimiento o esfuerzo para defecar. Los signos clínicos más graves también pueden incluir depresión y fiebre significativas.
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es la afección prostática más común: la que aproximadamente el 50 por ciento de los perros machos no castrados podrá tener a los 4 años de edad. Y aunque la mayoría de esos perros eventualmente pueden desarrollar HPB, solo una parte de esos perros desarrollará signos externos. Incluso si la HPB está presente, los perros no deberían experimentar dolor o molestias cuando un veterinario realiza un examen digital de palpación de la próstata por recto. Sin embargo, algunas mascotas simplemente detestan este examen solo por mérito.
La prostatitis, una infección bacteriana de la próstata, es rara en perros castrados, pero es más probable en perros intactos. Esta infección puede tomar la forma de un caso agudo repentino o un caso crónico a largo plazo.
Los signos clínicos de prostatitis crónica (aunque no siempre son obvios) incluyen: dolor de espalda, dolor abdominal, marcha rígida o depresión de las extremidades posteriores.
Son problemas importantes para la calidad de vida y el tratamiento debe seguir. Si no existen signos de incomodidad, los propietarios pueden debatir la necesidad de una terapia con antibióticos.
En casos agudos de prostatitis, los perros no castrados pueden enfermarse sistémicamente y un examen prostático digital realizado por un veterinario será doloroso. Es posible que se requiera una breve hospitalización para tratar inicialmente estos casos, dependiendo de la salud del animal.
Debido a que el líquido prostático refluye hacia la vejiga, una simple infección del tracto urinario puede diagnosticarse erróneamente en presencia de prostatitis.
La terapia con antibióticos dirigida a tratar una infección urinaria suele ser inadecuada para tratar una prostatitis. Si las infecciones urinarias son recurrentes, debe verificarse si hay prostatitis.
El cáncer de próstata en perros ocurre con mayor frecuencia en machos castrados y no depende de la existencia de hormonas esteroides sexuales en los testículos.
El diagnóstico de afecciones de la próstata puede determinarse a través de su palpación, el examen ecográfico y la recolección de líquido prostático para cultivo y evaluación microscópica.
La evaluación de la próstata mediante estos tres métodos ayudará al veterinario a determinar si el tamaño cambia o si una infección está causando los signos clínicos anormales en el animal.