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El 75% de los veterinarios ha sufrido alguna vez algún tipo de agravio en las redes sociales
La gran mayoría de las personas utilizan alguna de las redes sociales y los veterinarios no son la excepción. Una encuesta realizada por Vet Market Portal señala que el 75% de los veterinarios ha sufrido alguna vez algún tipo de agravio.
Las redes sociales son estructuras formadas en Internet donde se relacionan individuos o empresas de forma rápida, sin jerarquía o límites físicos. Son sitios y aplicaciones que operan en niveles diversos como el profesional o de relación, entre otros.
En estos medios de relacionamiento lamentablemente suelen producirse situaciones agraviantes como son los escraches, injurias o calumnias.
Para conocer como estas situaciones afectan a los veterinarios se realizó en el Portal de Noticias de Vet Market una encuesta del tipo cuantitativo durante todo el mes de octubre que arrojó como resultado que el 75% de los veterinarios sufrió alguna vez algún tipo de agravio.
Debe tenerse en cuenta que los agravios como las injurias o las calumnias son delitos que consisten en deshonrar o desacreditar a una persona públicamente. En este caso a un profesional veterinario.
No solo los profesionales en forma individual han sido víctimas de este tipo de agravios. Los propios Colegios y Consejos Profesionales también lo han sufrido.
Recientemente el Colegio de Médicos Veterinarios de Tucumán debió expresarse públicamente ante los reiterados ataques mediáticos difamatorios en las redes sociales a sus colegiados y a la propia institución.
La profesión veterinaria no está exenta de estar expuesta a las particularidades de la vida cotidiana como errores, malas interpretaciones, dificultades, limitaciones económicas para ejercer, etc., sin embargo es una de las profesiones a la que más se le exige una conducta altruista.
La gran mayoría de los ataques que reciben muchos veterinarios en las redes sociales, tiene que ver con escenarios adversos o complicaciones de sus casos clínicos, pero también porque ‟cobran por trabajarʺ.
En un párrafo del comunicado emitido por el Colegio de Médicos Veterinarios de Tucumán se señala ‟Lo más preocupante es que las críticas son vertidas en su mayoría, por personas que no tienen preparación técnica para evaluar las situaciones de las que opinan, aún así son fanáticas y absolutistas, y a ellas adhieren cientos de personas que no investigan las fuentes ni la veracidad de los hechos, ni siquiera se plantean dudas de cuáles fueron las circunstancias en que se produjeron los eventos que critican o escrachanʺ.
Por todo lo sucedido, muchos Colegios y Consejos Profesionales ofrecen a sus colegiados asesoramiento sobre cómo actuar ante este tipo de situaciones.
Los especialistas en redes sociales señalan que ante un comentario negativo no hay que contestar en los mismos términos, sino verlo como una oportunidad de poner en valor sus fortalezas y crear una buena reputación frente a potenciales nuevos clientes.
Señalan también que antes de responder a un comentario negativo es importante analizar el hecho lo más calmo posible, tratando de detectar la emoción que subyace detrás del comentario, ya que el emisor del comentario negativo puede ser un cliente que esté atravesando una situación difícil con su mascota y tenga reacciones inadecuadas. Puede suceder también que quien agravia persiga otros fines.
Todas las críticas se basan en tres conceptos: dinero, praxis y actitud. Pueden tener uno de estos tres componentes o los tres.
Cabe aclarar que siempre que no se esté insultando o difamando, toda persona es libre de emitir su opinión en base a la libertad de expresión.