Estudio
La fauna silvestre, un eslabón olvidado en el ciclo de leishmania
La leishmaniasis, una zoonosis históricamente vinculada al perro doméstico, amplía su espectro epidemiológico. Un reciente estudio confirma la presencia de ADN del parásito en zorros, tejones, garduñas y gatos asilvestrados, planteando un desafío "Una Salud" para la vigilancia y el control de la enfermedad en áreas endémicas.
La Leishmaniasis Visceral (LV), causada por Leishmania infantum, es un problema de salud pública en muchas partes del mundo. Tradicionalmente, la atención veterinaria se ha centrado en el perro doméstico como el principal, y hasta ahora único, reservorio primario confirmado capaz de mantener el ciclo de transmisión a través del flebótomo vector.
Un estudio, recientemente publicado en Animals, señala a los carnívoros silvestres como importantes huéspedes alternativos en el ciclo de Leishmania spp.
Los investigadores analizaron 250 individuos (carnívoros silvestres y gatos asilvestrados) mediante qPCR (detección de ADN) y ELISA (detección de anticuerpos), lo que reveló una circulación parasitaria en la fauna local:
- Prevalencia baja, espectro amplio: Se detectó ADN de Leishmania en un 5,6% de los animales muestreados. Si bien la prevalencia general fue baja en comparación con otros estudios en la Península Ibérica, la positividad se extendió a cinco especies: el zorro rojo (V. vulpes), el tejón euroasiático, la garduña, el visón americano y el gato asilvestrado.
- El zorro como especie centinela: El zorro rojo (V. vulpes) mostró la prevalencia más alta (9,8%), lo que subraya su importancia epidemiológica. Su abundancia y adaptación a entornos periurbanos sugieren una superposición ecológica significativa con los perros domésticos.
- Infección subclínica dominante: La gran mayoría de los animales positivos por PCR presentaron bajas cargas parasitarias (valores altos de Ct) y ausencia de signos clínicos compatibles con la leishmaniasis en la necropsia. Esto indica que estas especies actúan principalmente como huéspedes subclínicos o de propagación, aunque el impacto en sus poblaciones aún es incierto.
- Un caso excepcional: Un zorro rojo que padecía sarna sarcóptica grave fue el único individuo positivo tanto por qPCR como por ELISA, y presentó una carga parasitaria relativamente más alta.
Los autores especulan sobre una posible exacerbación de la sarna por un estado inmunocomprometido asociado a la coinfección por Leishmania, aunque no se establece causalidad.
Implicaciones para la práctica veterinaria
La detección de Leishmania en múltiples mesocarnívoros silvestres tiene implicaciones críticas para los profesionales veterinarios:
- Vigilancia "Una Salud": La participación de la fauna silvestre en el ciclo de transmisión complica las estrategias de control que se enfocan solo en el reservorio canino. La expansión geográfica de L. infantum (impulsada, en parte, por el cambio climático) y la interconexión ecológica demandan un enfoque multidisciplinario "Una Salud" que integre la sanidad animal, ambiental y humana.
- Riesgo de conservación: La infección en carnívoros en peligro de extinción, como el lince ibérico (Lynx pardinus), plantea serias preocupaciones de conservación. Si bien el estudio actual no incluyó linces, la presencia del parásito en otros carnívoros simpátricos subraya un riesgo potencial para poblaciones vulnerables.
- Disparidad diagnóstica: La baja concordancia entre los resultados de qPCR (detección de infección activa) y ELISA (detección de exposición pasada) en la fauna silvestre demuestra que ambas técnicas son complementarias. En la práctica clínica y de vigilancia, la interpretación debe ser cautelosa: la seropositividad indica exposición y memoria inmunológica, mientras que la positividad por PCR indica infección activa, aunque no necesariamente clínica.
El estudio permite concluir que, si bien los perros domésticos siguen siendo el foco primario para el control de la leishmaniasis, la veterinaria debe reconocer y abordar el papel potencial, aunque subclínico, de los carnívoros silvestres en el mantenimiento y la dispersión del parásito en los ecosistemas naturales.
