Sanidad Animal
La Pampa refuerza la vigilancia de enfermedades animales de notificación obligatoria
El SENASA impulsó una jornada virtual junto a colegios veterinarios y el INTA para sensibilizar sobre la importancia de la detección temprana de lesiones vesiculares en animales y las modificaciones en la vacunación contra la fiebre aftosa.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) llevó a cabo una jornada informativa virtual destinada a reforzar la vigilancia epidemiológica pasiva en enfermedades de notificación obligatoria. Durante el encuentro, se subrayó la importancia de notificar de inmediato cualquier sospecha de lesiones vesiculares en animales, condición indispensable para actuar con rapidez ante posibles brotes.
La capacitación estuvo organizada por el Centro Regional La Pampa–San Luis y contó con la participación de los Colegios Veterinarios de ambas provincias y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El objetivo principal fue sensibilizar al sistema de vigilancia, especialmente en relación con enfermedades ausentes en el país, como la fiebre aftosa.
Los disertantes recordaron los procedimientos de notificación al SENASA, los canales habilitados para reportar sospechas y las acciones que el organismo implementa al recibir un aviso. Desde el área regional de Sanidad Animal se destacó el rol clave de los profesionales veterinarios, quienes deben informar de inmediato la aparición de ampollas o úlceras en lengua, labios, ubres o pezuñas, signos compatibles con enfermedades vesiculares.
En paralelo, agentes regionales del SENASA explicaron los principales cambios introducidos por la Resolución 711/2025. Esta normativa establece que, a partir de 2026, en la segunda campaña anual de vacunación contra la fiebre aftosa ya no se inocularán vaquillonas, novillos, novillitos ni toritos, mientras que los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados en la primera campaña del año.
La iniciativa, señalaron, permite fortalecer el trabajo conjunto entre organismos sanitarios, profesionales y productores, y optimizar los canales de comunicación. De este modo, se busca garantizar una vigilancia eficaz para prevenir el ingreso o reaparición de enfermedades que podrían tener un alto impacto en la producción ganadera del país.
(Con información del Senasa)