Paciente Felino
"Hay que saber leer al paciente"
En el marco de la reciente Convención de la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense, el Dr. Carlo Siracusa subrayó la relevancia de comprender el comportamiento felino como una herramienta diagnóstica fundamental. “No basta con saber anatomía o farmacología. Hay que saber leer al paciente”, señaló.
Cada vez más, la ciencia veterinaria reconoce lo que muchos especialistas en comportamiento han defendido por años: comprender el lenguaje corporal, vocal y emocional de los gatos es una necesidad diagnóstica y terapéutica.
Este cambio fue destacado por el Dr. Carlo Siracusa, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Pensilvania, en su disertación durante la reciente convención de la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA, por sus siglas en inglés). En su presentación, Siracusa enfatizó que "los signos conductuales no solo reflejan el estado emocional del gato, sino que muchas veces son el primer y más fiable indicio de enfermedad".
El comportamiento como ventana clínica
La medicina felina enfrenta un desafío importante: los gatos tienden a ocultar el dolor o la enfermedad como estrategia de supervivencia evolutiva. Esto significa que muchos signos clínicos pueden ser sutiles o directamente ausentes en un examen físico superficial. Por ello, observar cambios en el comportamiento -como el aislamiento, la agresividad repentina, la alteración en los hábitos alimentarios o en la utilización del arenero- puede ser el único indicio temprano de enfermedades como artritis, insuficiencia renal, trastornos gastrointestinales o patologías urinarias.
Fortalecer el vínculo humano-animal
Más allá del aspecto clínico, Siracusa señaló que comprender el comportamiento felino también es clave para fortalecer el vínculo entre humanos y gatos. Este vínculo, a su vez, tiene consecuencias directas sobre la adherencia a los tratamientos, la reducción del estrés en las visitas veterinarias y la prevención del abandono.
Hacia una práctica veterinaria cat-friendly
La Internacional Cat Care (ISFM) promueve desde hace años el enfoque “cat-friendly”, que prioriza el bienestar emocional del gato en cada instancia del acto veterinario. Este enfoque incluye desde la ambientación de las salas de espera hasta la forma en que se maneja al animal durante la consulta. Pero todo comienza con una premisa básica: los veterinarios deben estar formados en comportamiento felino.
“La medicina felina del futuro será profundamente interdisciplinaria”, afirmó Siracusa. “No basta con saber anatomía o farmacología. Hay que saber leer al paciente”.
La comprensión del comportamiento felino es cada vez más, una competencia esencial para todo médico veterinario que aspire a brindar una atención integral y centrada en el bienestar del animal.