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martes 13 de mayo de 2025 - Edición Nº2266
Vet Market » Marketing y negocios » 5 may 2025

Gestión y Liderazgo

Toma de decisiones: factor clave que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso

Los médicos veterinarios a menudo deben enfrentarse a situaciones complejas, dónde una mala o buena decisión, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. En este artículo se analiza la trascendencia de estos actos, los factores que inciden y las estrategias a seguir.


La toma de decisiones es un proceso que implica seleccionar entre varias opciones para resolver problemas y alcanzar objetivos específicos.

En el ámbito laboral es un proceso fundamental que puede tener un impacto significativo en diversos aspectos de una organización y en el desarrollo profesional. Desde la dirección estratégica de una empresa hasta las decisiones cotidianas tomadas por los líderes y trabajadores, cada decisión influye en el clima laboral, el desempeño de los equipos y el éxito general de la organización.

Una mala decisión puede acarrear consecuencias negativas para la carrera, la empresa e incluso para el entorno.

En el ámbito profesional de un médico veterinario cada decisión es clave, desde el diagnóstico de una enfermedad hasta el manejo de situaciones éticas.

La toma de decisiones influye no solo en la salud de los animales, sino también en la dinámica laboral y en el éxito de la práctica veterinaria.

Una de las áreas más evidentes, donde la toma de decisiones impacta en el trabajo de un veterinario, es la relación con los clientes o tutores de los pacientes. Las decisiones sobre el diagnóstico y el tratamiento del paciente pueden influir en cómo los tutores perciben el servicio veterinario.

La comunicación de la decisión tomada es clave. Por ejemplo, si un veterinario toma la decisión de proponer un tratamiento innovador o costoso, o la necesidad de una eutanasia, la forma en que lo comunica será crucial. En cualquier caso, deberá hacerlo con ética y empatía.

En lo que respecta al contexto laboral veterinario, las decisiones también afectan la dinámica del equipo de trabajo. Los médicos veterinarios no suelen trabajar solos; dependen de asistentes veterinarios, técnicos de laboratorio y personal administrativo para brindar una atención de calidad. Las decisiones sobre la asignación de tareas, la organización de turnos o el establecimiento de protocolos para procedimientos comunes influirán en la eficiencia y el bienestar del equipo.

Las habilidades de liderazgo que tenga un veterinario para tomar decisiones inclusivas y fomentar un ambiente colaborativo, serán clave para mejorar la productividad y la moral del equipo. Además, decisiones claras y justas para la distribución de trabajo pueden evitar conflictos internos, mejorar la cohesión del equipo y asegurar que los pacientes reciban atención de calidad.

La gestión administrativa también forma parte esencial de la toma de decisiones en el trabajo de un veterinario. Para los que tienen su propia clínica veterinaria, las decisiones sobre finanzas, contrataciones y marketing impactan directamente en la rentabilidad y sostenibilidad del negocio.

Las decisiones erróneas sobre precios de servicios, inversiones en tecnología o contratación de personal pueden poner en riesgo la viabilidad financiera de una clínica. Además, la capacidad para decidir sobre la gestión del flujo de pacientes o la expansión de los servicios puede ser determinante en el crecimiento de la práctica veterinaria.

Las decisiones sobre la capacitación profesional también son cruciales, tanto sobre medicina veterinaria como gestión, comercialización y marketing.

La labor de los médicos veterinarios también impacta en la salud pública a través de la prevención de enfermedades zoonóticas y el manejo de brotes epidémicos. Las decisiones tomadas por los veterinarios en cuanto a vacunación, tratamiento de animales infectados o prevención de contagios pueden ser cruciales para evitar la propagación de enfermedades transmisibles a los humanos. En este contexto, la toma de decisiones tiene implicaciones no solo para el bienestar animal, sino para la seguridad de toda la comunidad.

Los veterinarios deben ser proactivos en la implementación de protocolos de control sanitario y en la colaboración con agencias gubernamentales para gestionar situaciones de crisis, como brotes de enfermedades.

 

Estrategias para abordar decisiones difíciles

- Definir el problema: Antes de tomar cualquier decisión, es crucial comprender a fondo el problema que se busca resolver. Esto implica analizar la situación desde diferentes perspectivas, identificar las causas subyacentes y establecer los objetivos que se pretenden alcanzar.

- Recopilar información: Una vez que se ha definido el problema, es necesario recopilar toda la información relevante disponible. Esto puede incluir datos, opiniones de expertos, estudios de mercado, entre otros. Cuanta más información se tenga, más fácil será evaluar las diferentes opciones y tomar una decisión informada.

- Identificar las opciones: Después de recopilar la información, se deben identificar todas las posibles soluciones al problema. Es importante ser creativo y considerar diferentes enfoques, incluso aquellos que puedan parecer menos obvios en un principio.

- Evaluar las opciones: Una vez que se han identificado las opciones, se deben evaluar cuidadosamente los pros y los contras de cada una. Esto implica analizar los posibles resultados, los riesgos y las implicaciones a largo plazo. Es útil utilizar herramientas como matrices de decisión o análisis FODA para facilitar este proceso.

- Tomar la decisión: Después de evaluar las opciones, es el momento de tomar la decisión. Es importante ser objetivo y basarse en la información disponible, en lugar de dejarse llevar por las emociones o la presión de otros.

- Implementar la decisión: Una vez que se ha tomado la decisión, es necesario implementarla de manera efectiva. Esto implica comunicar la decisión a las personas involucradas, asignar recursos y establecer un plan de seguimiento.

- Evaluar los resultados: Después de un tiempo, es importante evaluar los resultados de la decisión. Esto permite determinar si la decisión fue acertada y si se han logrado los objetivos deseados. En caso contrario, se pueden realizar ajustes o tomar nuevas decisiones.

 

Cómo reducir el riesgo de tomar decisiones equivocadas

- Pensar a largo plazo: Es importante considerar las implicaciones a largo plazo de las decisiones, en lugar de centrarse únicamente en los resultados inmediatos.

- Ser objetivo: Es fundamental evitar que las emociones o los prejuicios influyan en la toma de decisiones.

- Consultar a otros: Pedir la opinión de expertos o personas de confianza puede aportar nuevas perspectivas y ayudar a identificar posibles errores.

- Aprender de los errores: Todos cometemos errores en la vida. Lo importante es aprender de ellos y utilizarlos como una oportunidad para mejorar la toma de decisiones en el futuro.

 

Para el profesor de Ética Empresarial en la Escuela de Negocios de Harvard, Joseph Badaracco, los sesgos cognitivos juegan un papel crucial en la toma de decisiones. Las determinaciones pueden verse influenciadas por prejuicios conscientes e inconscientes, lo que complica aún más la tarea de tomar una decisión ética. “Lo que puedes hacer es intentar eliminar los prejuicios trabajando con otras personas y concentrándote de manera clara, honesta y analítica en lo que importa, lo que es responsable y lo que es práctico”, recomienda. De este modo, el proceso decisional puede ser más consciente, lo que ayuda a minimizar los sesgos que pueden llevar a decisiones equivocadas.

 

 


 

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