Memoria Inmune… ¿qué recuerdan?
Memoria de LB y LT
Un buen Inmunógeno ha de desarrollar células de memoria tanto LB como LT. Se ha observado que esta memoria puede persistir muchos años, incluso toda la vida del individuo.
Los anticuerpos producidos por respuestas de memoria responden a dos orígenes. Plasmoblastos (denominados de larga vida media) que migran a sitios privilegiados de la médula ósea ocupando nichos especiales para la producción de anticuerpos de manera basal en ausencia de antígenos, estas poblaciones celulares explican la presencia de anticuerpos durante muchos años post vacunación (por ejemplo tétanos). Estos nichos medulares para plasmoblastos de memoria son finitos y a medida que avanza la edad del individuo se van ocupando y terminando según la exposición a diferentes patógenos. El otro componente de la memoria a LB, son los LB de memoria que frente a la re exposición del antígeno se amplifican mucho más rápido (8 a 10 veces) y que están ubicados en órganos linfáticos secundarios (TLAM, Bazo y ganglios linfáticos).
La memoria celular, mediada específicamente por LT CD8 o LT citotóxicos (LTc) encuentra también dos poblaciones, LT de memoria central (LTmc) y LT de memoria efectora (LTme). Los LTmc se encuentran en órganos linfáticos secundarios, mientras que los LTme se localizan en tejidos periféricos y son una de las primeras barraras de defensa de la inmunidad adaptativa (generalmente la puerta de entrada de los patógenos). Si bien no está claro, se cree que los LTme son una progenie derivada de los LTmc. El rol de la IL7 y la IL15 es fundamental para definir la sobrevida de los LTm.
MSA – MV Pablo F. Maure
Director del CIV
MN: 6644