Arbovirus
Dengue: entre las 10 amenazas para la salud pública mundial
Según la Organización Mundial de Salud Animal, el dengue puede provocar epidemias en muchas regiones del mundo y lo catalogó como una de las diez principales amenazas para la salud pública a nivel mundial. La enfermedad está presente en más de 80 países del mundo. Cerca del 80% de los casos se han notificado en la Región de las Américas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al dengue como una enfermedad emergente que puede provocar epidemias en muchas regiones del mundo y lo catalogó como una de las diez principales amenazas para la salud pública a nivel mundial.
Desde principios de 2023 y hasta casi fines del mes de diciembre del mismo año, la transmisión del dengue ha dado lugar a una cifra cercana al máximo histórico, con más de cinco millones de casos y más de 5.000 muertes relacionadas con el dengue en más de 80 países o territorios y en cinco regiones de la OMS: África, las Américas, Asia Sudoriental, Pacífico Occidental y Mediterráneo Oriental.
El dengue es el arbovirus más extendido y el que causa un mayor número de casos de enfermedades causadas por arbovirus en la Región de las Américas, donde se producen epidemias cíclicas cada tres o cinco años. Además, se han notificado conglomerados de casos de dengue autóctono en la Región de Europa de la OMS. Sin embargo, es probable que estas cifras no reflejen la carga real, ya que la mayoría de las infecciones primarias son asintomáticas y la notificación del dengue no es obligatoria en muchos países.
El aumento del riesgo de propagación de la epidemia de dengue se debe a varios factores, entre ellos los cambios en la distribución de los vectores (principalmente Aedes aegypti y Aedes albopictus), sobre todo en países donde antes no estaba presente la enfermedad; las consecuencias de los fenómenos relacionados con El Niño en 2023 y con el cambio climático, que se traducen en un aumento de las temperaturas y en niveles elevados de precipitaciones y humedad, entre otros efectos; la fragilidad de los sistemas de salud durante la pandemia de COVID-19; la inestabilidad política y financiera de los países que afrontan crisis humanitarias complejas, y los elevados movimientos de población. Estos factores dificultan asimismo la respuesta a la epidemia y aumentan el riesgo de propagación a otros países.
La precariedad de los sistemas de vigilancia en muchos de los países afectados puede haber provocado retrasos en la notificación y la respuesta, así como la no identificación de los síntomas, lo que ha contribuido al aumento de los casos graves de dengue.
TEMA RELACIONADO
- Ante el aumento de casos de dengue enfatizan en la importancia de la prevención