Etiologías tóxicas
Reporte de caso: intoxicación con plomo en caninos
El reporte detalla dos casos de pacientes caninos que sufrieron intoxicación con plomo. Describe, la confirmación bioquímica, el tratamiento específico y repasa las alteraciones orgánicas más comúnmente reportadas en medicina veterinaria.
Los médicos veterinarios Juan Manuel Guevara y Gastón Finucci Curi son docentes de la carrera de la Facultad de Bromatología UNER, en las cátedras Medicina Interna y Prácticas Hospitalarias, y Toxicología, respectivamente. Junto a su colega Silvina Sixto, han publicado recientemente en la revista Ciencia Veterinaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa (FCV-UNLPam), un reporte sobre intoxicación con plomo en caninos. Se trata de la confirmación bioquímica, tratamiento específico y repaso de las alteraciones orgánicas comúnmente reportadas en medicina veterinaria.
"Las intoxicaciones en medicina veterinaria de mascotas ocurren con relativa frecuencia", señalan los autores y agregan que "dentro de las etiologías tóxicas, las producidas por metales, pesados son escasamente reportadas en la actualidad".
En orden de importancia, los especialistas describen las intoxicaciones por: rodenticidas warfarínicos, pesticidas, medicamentos de uso humano, toxinas, basura, medicamentos de uso veterinario, plantas tóxicas y alimentos.
En el reporte, los autores exponen dos casos de pacientes que sufrieron intoxicación con plomo, presentándose casi todos los signos clínicos que son históricamente reportados por la literatura.
Acerca de este tipo de intoxicación, Juan Manuel Guevara señaló a UNER Medios “es una entidad que se puede diagnosticar dosando en sangre el nivel de plomo y que podemos tratar con una droga específica. Además de todo el tratamiento sostén, ya que hace mucho daño en el organismo”. Es por ello que la recuperación de ambos caninos implicó, por ejemplo, la alimentación en posición vertical.
“Los caninos afectados tienen múltiples alteraciones. Desde afecciones neurológicas por neurotoxicidad del plomo hasta convulsiones que pueden terminar con la vida del paciente. Afecciones gastrointestinales con vómitos y diarreas, dolor abdominal por cólicos. Afecciones en la inervación de laringe y esófago, produciendo parálisis laríngea y megaesofago respectivamente; afecciones hematológicas que generan destrucción de glóbulos rojos, por nombrar los más significativos”, explicó Guevara a UNER Medios y agregó “La exposición al plomo puede darse actualmente en baterías, en fábricas que lo utilicen para algún proceso químico particular, cañerías viejas que no hayan sido cambiadas en los hogares, artesanías y cerámicas, plomadas de pesca y perdigones, estos últimos con menos chances de generar cuadro de intoxicación”.
Una vez superada la etapa más crítica de ambos canes, se solicitó a sus tutores que las trasladen a otro lugar de residencia para evitar que continúe la exposición al plomo, continuando con la alimentación en forma vertical y de una dieta específica.
(Con información de UNER Medios)