La conservación de las especies es clave para el equilibrio de los ecosistemas. Lo ideal es que esto suceda en los lugares en los que éstas se encuentran y que constituyen su hábitat natural (conservación in situ). Sin embargo, muchas veces puede requerirse el mantenimiento de algunos especímenes fuera de su hábitat natural (conservación ex situ).
Recientemente, la Comisión para la Supervivencia de las Especies (CSE) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha publicado un documento de posición en el que reconoce "las importantes contribuciones que los jardines botánicos, acuarios y zoológicos pueden aportar y, de hecho, aportan a la conservación de animales, hongos y plantas silvestres".

El documento señala que estos espacios que recrean parte de la naturaleza desempeñan un rol clave en la intersección entre la conservación ex situ e in situ. "Estas funciones abarcan las ciencias genéticas, conductuales y veterinarias aplicadas, la cría, reintroducción y translocación de vida silvestre, la investigación, educación y participación comunitaria, el desarrollo de políticas, acceso a experiencias basadas en la naturaleza y financiación para la conservación", detalla el documento de la CSE de la UICN.
En su declaración de posición, la CSE también dice que "cree que existe una oportunidad e interés en aumentar la participación de estos papeles", al tiempo que insta a todos los jardines botánicos, acuarios y zoológicos a aprovechar el máximo de su potencial de conservación y a trabajar como miembros valiosos de una comunidad conservacionista bien integrada para garantizar la supervivencia y la salud de las poblaciones silvestres de animales, hongos y plantas.
Por último, la CSE invita a todos sus socios, incluidas las agencias gubernamentales, a colaborar con los jardines botánicos, acuarios y zoológicos en el trabajo colectivo de salvar especies a través del One Plan Approach (enfoque de plan único).
Ver aquí el documento completo.